El vicesecretario general del PSOE de Andalucía, Mario Jiménez, se ha pronunciado este viernes sobre al proyecto de ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, que este jueves se sometió a su primer examen parlamentario con el rechazo en bloque de la oposición, y ha asegurado que este proyecto "se quedará en nada y tendrá que volver a los corrales con su ministro", refiriéndose al titular de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, cuando gobierne un socialista tras las próximas elecciones, y ha subrayado que el PSOE presentó ayer mismo una enmienda a la totalidad que fue rechazada con la mayoría absoluta del PP.
En declaraciones a los periodistas en Paterna del Campo (Huelva), donde ha visitado las instalaciones del centro Guadalinfo de la localidad y otros servicios municipales, Jiménez ha manifestado que un ministro que "es capaz de dar un paso como éste atacando de esta manera a la autonomía municipal, agrediendo y llevándose por delante servicios públicos esenciales, condenando a los ciudadanos a la emigración o a tener que coger el coche y recorrer 50 ó 60 kilómetros para obtener servicios fundamentales como en la España de Franco, no merece estar donde está" porque es, según ha añadido, "una medida típica de un régimen no democrático".
El dirigente socialista ha puntualizado que las decisiones que se toman en Madrid "a 500 kilómetros de distancia y que no se hacen pensando en los ciudadanos, tienen estas consecuencias", a lo que ha añadido que el PP "ha decidido acabar con las condiciones del municipio como espacio democrático y de convivencia".
En este sentido, ha destacado que esta ley "va a convertir a los municipios en urbanizaciones, en lugares donde vive la gente, pero no un espacio donde los ciudadanos puedan reclamar a sus representantes políticos en función de sus derechos que le otorga la Constitución".
En esta línea, Jiménez ha lamentado que el Gobierno, "de una manera injustificada, ha realizado esta reforma sin contar con el consenso de todas las fuerzas políticas", y ha asegurado que es "la primera vez en España que una reforma de la estructura del Estado se hace sin el acuerdo de todos".
Al respecto, ha subrayado que "ayer se pudo ver la soledad del PP en el Congreso", sin embargo ha lamentado que "los que se quedan solos y abandonados son los ciudadanos de municipios de menos de 20.000 habitantes, especialmente los de menos de 5.000", propiciando que "dejen de prestarse servicios esenciales" en los mismos.
Por último, ha destacado que esta reforma "contiene un elemento que no ha ocurrido jamás en la historia de España y es que, por decisión de un gobierno con mayoría absoluta, habrá ciudadanos de primera y de segunda división", ya que los que vivan en ciudades mayores de 50.000 habitantes "conservarán íntegros todos sus derechos a los servicios públicos" y los que vivan en ciudades más pequeñas estarán "discriminados".
Jiménez ha concluido que con esta medida "se ha puesto en marcha un contador para acabar con muchos pueblos y pequeñas ciudades", lo que considera "una discriminación a miles de ciudadanos".
