La Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove) se ha quejado este martes de que la imposición de la cita previa en algunas Jefaturas Provinciales de Tráfico está provocando prejuicios económicos para los vendedores, entre ellos tener que pagar multas, seguros o incluso posibles demandas ante los tribunales imputables al nuevo propietario.
La razón de esto es la demora de hasta de diez días del cambio de titularidad del coche, debido a la obligación del trámite de cita previa. Durante este tiempo, los comerciantes constan como propietarios del coche y son los responsables legales de cualquier incidente que se produzca con el vehículo a pesar de que ya esté en manos del comprador.
El sistema de cita previa, puesto en marcha en las Jefaturas Provincial de Tráfico de Barcelona, Madrid, Gerona, Lérida, Tarragona y Málaga, entre otras, implica que para realizar cualquier trámite relacionado con vehículos, conductores y sanciones, antes hay que concertar una cita a través de la página web 'dgt.es'.
Según ha explicado la DGT, la razón de este sistema es "evitar esperas innecesarias, ahorrar tiempo y agilizar los trámites", aunque los vendedores de vehículos se quejan de los efectos secundarios de esta medida. "Es frecuente que durante este periodo de espera, los comerciantes reciban multas del vehículo que acaban de vender con el consiguiente coste mensual que los comerciantes deben afrontar por sanciones que no les corresponden", señala la asociación.
Además, avisan de que durante diciembre --cuando se venden más de 150.000 vehículos de ocasión-, "será normal que por el periodo vacacional los citas se demoren a enero, lo que implicará que el impuesto de circulación del siguiente año se remita al comerciante en vez de al nuevo propietario". "Un desembolso que raramente recupera, aunque lo reclame al comprador", señala.
Para evitar esto, la asociación considera que la DGT debería registrar como fecha de la transferencia del vehículo la que consta en el contrato de venta y no la del día en que se realiza la gestión ante las jefaturas provinciales. Este carácter retroactivo eximiría al comerciante de todas aquellas anomalías cometidas por el nuevo propietario.
Otro "percance económico" apuntado por la asociación está relacionado con posibles accidentes, "un problema que se produce con asiduidad". El seguro no puede ponerse a nombre del nuevo propietario mientras no esté registrado ante Tráfico, así que "el coche circula durante esos días con el seguro del comerciante que debe hacerse cargo de cualquier percance". "Lo que le supone un doble quebranto: por un lado, la siniestralidad encare la póliza, pero además, las aseguradoras no quieren hacerse cargo de los accidentes, pues el conductor (el nuevo propietario) no consta como autorizado en el seguro del comercio", explican.
Por último, la tardanza puede acarrear problemas ante los tribunales. En varias ocasiones, comerciantes han recibido citaciones al estar el coche, todavía a su nombre, involucrado en un atropello o accidente con muerte y haberse dado a la fuga el conductor.
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