El Ayuntamiento de Jaén tiene un problema con el cementerio de San Eufrasio. Aún hay enterrados alrededor de 20.000 difuntos y, en teoría, a final de este año debería proceder a su cierre definitivo, tras diez años sin enterramientos. Además, la declaración como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía hace que sea necesario rehabilitarlo y conservarlo, lo cual precisaría de una inversión elevada, que podría rondar los diez millones de euros. Además, como quiera que los terrenos son propiedad del Obispado de Jaén, ya que fueron cedidos por la Iglesia Católica en 1927 al Ayuntamiento, siempre y cuando albergaran el camposanto, eso supondría otro problema, ya que, aunque se musealizara como parque, el Ayuntamiento debería pagar el precio de los terrenos o llegar a un acuerdo con el Obispado, que pasaría a ser el titular.
Por otro lado, el cierre definitivo obligaría al Ayuntamiento a trasladar a los 20.000 difuntos si así lo demandaran los familiares y a construir un nuevo cementerio o ampliar el de San Fernando, una nueva inversión millonaria. En este sentido, el equipo de gobierno del PP lleva tiempo barajando la posibilidad de sacar a concurso la concesión administrativa de la gestión de ambos cementerios. Es más, en los próximos días, según ha podido saber VIVA JAÉN, hay fijada una reunión con una empresa interesada en la gestión de los camposantos.
Reabrirlo
Todo ello ha hecho que la posibilidad de volver a poner en servicio el cementerio de San Eufrasio vuelva a tomar fuerza. Según explica el presidente de la asociación PATMOS, José Manuel Higueras, la idea ha cogido fuerza en los últimos meses, impulsada por determinadas familias cuyos ilustres antepasados están enterrados allí. Higueras asegura que su asociación no se cierra a ninguna de las posibilidades, siempre y cuando se rehabilite el cementerio, cerrado desde diciembre del año pasado por el derrumbre de varios pisos de nichos. De hecho, el coste de reabrir el cementerio viejo y rehabilitarlo sería mucho menor que el derivado de trasladar los cadáveres, con las oportunas muestras de ADN que sería necesario hacer en muchos casos, y construir uno nuevo o ampliar el de San Fernando. Por tanto, el camposanto de San Eufrasio, construido en 1829 podría revivir tras diez años sin enterramientos .
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