El Ssang Yong Rodius puede ser considerado un éxito comercial desde que está presente en el mercado español como la alternativa razonable para las familias numerosas con grandes necesidades de espacio.
La funcionalidad del Ssang Yong Rodius ha hecho que el automovilista haya pasado por alto la “fealdad” de un diseño poco ajustado a la estética europea, que ahora soluciona la marca con una nueva personalidad que puede calificarse, como poco, de agradable.
La nueva tarjeta de presentación con la que llega el Rodius al mercado puede acrecentar el éxito de ventas de este coreano porque, con la evolución, los precios y el espacio, se mantiene imbatible ante las escasas y caras alternativas que da el mercado a estas familias, obligadas, si no, a acudir al mercado de los comerciales disfrazados de “turismos” polivalentes.
Los argumentos para mantenerse imbatible en este particular segmento de los monovolumenes grandes son muchos, pero algunos son insalvables para la competencia, como sus 875 litros de capacidad de carga con 7 asientos desplegados.
Los cambios son apreciables a simple vista. En el frontal es todo nuevo. La formas de la calandra y de las ópticas crean un aspecto robusto y deportivo.
De la misma forma, la parte trasera, la peor resuelta en la generación anterior, muestra un profundo cambio, especialmente a partir del último pilar y la conexión de la ventanilla con el resto de la silueta.
El secreto en las dos perspectivas, delantera y trasera, radica en la potente imagen de sus paragolpes, más envolventes y de forma mucho más marcada
En el interior, la utilización de nuevos materiales y el nuevo diseño de algunos elementos crean mejores sensaciones para el conductor y los pasajeros. Para el interior, el fabricante ofrece dos nuevos colores y tapicerías.
El habitáculo ofrece siete asientos que pueden modificar su posición variando los ambientes interiores, hasta el extremo de que los asientos delanteros pueden reclinarse completamente, de forma que en conjunto con los de la segunda fila se puede crear una superficie para el descanso.
La segunda fila de asientos del Rodius puede plegarse, girarse y deslizarse hasta la primera fila de asientos, lo que permite una amplia zona de carga en el centro del habitáculo, y la tercera fila puede extraerse del interior para aumentar la capacidad.
En la arquitectura mecánica, los cambios son profundos también, porque el Rodius incorpora el nuevo motor diesel 2.0 e-XDi de 155 CV que ya utilizan los modelos Rexton W y Actyon Sports, ajustado en consumos y emisiones, hasta el punto de mejorar en el mercado español su posición en el Impuesto de Matriculación, con la bajada de un tramo.
Aunque puede equipar una caja automática E-Tronic procedente de Mercedes, el Rodius protagonista de la prueba dinámica está gestionado con una nueva caja manual de seis relaciones de buen tacto de uso.
A diferencia de la anterior generación, equipada con tecnología AWD bajo demanda, denominada TOD, el nuevo Rodius utiliza un sistema de tracción a las cuatro ruedas conectable electrónicamente.
El nuevo SsangYong Rodius es, así, uno de los pocos monovolumenes de gran tamaño con sistema de tracción integral y es el único que ofrece conexión de reductora.
Para completar las posibilidades 4x4, el nuevo Rodius tiene una buena altura libre al suelo que le permite circular por terrenos irregulares sin riesgos para la mecánica y la carrocería.
Volviendo al propulsor, este nuevo 2.0 sustituye al anterior 2.7, sobre el que pierde 10 caballos y gana 20 Nm de par, así como una reducción del consumo. El nuevo registra unos consumos medios situados entre los 7,5 y 8,1 litros, frente a los registros de 8,1 a 9,4 litros del anterior, lo que conlleva, naturalmente, a una significativa reducción de las emisiones.
Con el motor en marcha rápidamente se reciben nuevas sensaciones frente al antecesor. El ruido y las vibraciones han desaparecido casi en su totalidad, con lo que el confort acústico ya está en los niveles de una berlina de gama alta.
Si bien las condiciones dinámicas del monovolumen son similares a las de un turismo, siempre hay que tener presente que el Rodius es un monovolumen de gran tamaño y genera, esa es su naturaleza, grandes desplazamientos de la masa en los esfuerzos diagonales y tangenciales, aunque estos comportamientos han sido reducidos gracias a una nueva arquitectura de suspensiones, especialmente en el tren trasero, dotado ahora de un sistema multibrazo que sustituye al paralelogramos deformable del anterior modelo.
Este y la utilización de doble horquilla en el tren delantero cambian sustancialmente la posición dinámica del coche sobre el asfalto.
Aún teniendo en cuenta su peso y talla, la conducción de Rodius admite más alegría en curva, el punto crítico en el anterior Rodius. La nueva arquitectura de suspensiones también transfiere menos peso al eje delantero en las fuertes frenadas.
Con estos rasgos, el Rodius adquiere una mejor calificación en términos de seguridad dinámica, amén de que embarca un largo listado de serie de sistemas electrónicos de ayuda a la conducción que corrige gran parte de los errores de conducción de la mayoría de los automovilistas.
El Rodius se ubica en un segmento fuertemente castigado por la crisis, ya que de 45.000 unidades vendidas en 2007 se ha pasado a poco más de 10.000 en 2012. Y en este escenario el Rodius, además, ha sido víctima de la difícil situación, de casi cierre, por la que ha pasado la compañía, de forma que de las 3.809 unidades vendida en 2006 se pasó el año pasado a 563.
En este familiar, en materia de precio, no hay que fijarse en el precio de tarifa, porque a él hay que aplicarle algunos descuentos, como los 3,000 euros de promoción en toda la gama, 2.000 euros más si se cambia por otro Rodius, otros 1.000 o 1.500 euros si se es familia numerosa (-50 % del Impuesto de Matriculación) y entre 2.000 y 3.000 euros si se matricula como mixto adaptable (exento de Impuesto de Matriculacion).
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