Agentes de la Policía Nacional han desmantelado seis cultivos 'indoor' con 3.400 plantas de marihuana y 300 hongos alucinógenos en el marco de la denominada operación 'Electra', según ha informado este Cuerpo en un comunicado.
Las plantaciones se encontraban en el interior de tres viviendas de las localidades de Coín y Alhaurín el Grande, en la provincia de Málaga. Durante la operación han sido detenidas seis personas de origen holandés, --cuatro hombres y dos mujeres, con edades comprendidas entre los 58 y 25 años de edad--, como presuntos autores de delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.
Entre los arrestados se encuentra un matrimonio, su hijo y su nuera. La droga era cultivada de forma continua para su posterior traslado y comercialización en los Países Bajos.
Los agentes han intervenido, además de los hongos alucinógenos y las plantas de marihuana --con una altura que en algunos casos superaba el metro y medio-- numerosos materiales empleados para el cultivo y tratamiento de la mencionada sustancia estupefaciente, como 260 bombillas o 50 garrafas de sustrato, dinero en efectivo y cinco vehículos.
SIN MACETAS
Agentes de la Comisaría de Fuengirola iniciaron la investigación al tener conocimiento de la posible presencia en la zona de una familia de ciudadanos holandeses que estarían dedicándose al cultivo y tráfico de marihuana entre España y los Países Bajos.
Las pesquisas condujeron hasta una vivienda de Coín ocupada por un matrimonio de origen holandés y otras tres viviendas más, una de ellas en Alhaurín el Grande y habitada por el hijo de los anteriores y su pareja sentimental, y las otras dos en Mijas. Durante el operativo se han practicado cuatro registros domiciliarios y en tres de ellos los agentes localizaron seis estancias con otras tantas plantaciones de marihuana.
Las instalaciones que albergaban las plantaciones eran de gran calidad, dotadas de un sistema especial de cultivo preparado para cosechas continuadas y permanentes. El suelo de las viviendas estaba preparado con una capa de sustrato de unos 80 centímetros para el cultivo directo en el suelo, y además estaba preparado con una instalación de riego por goteo de forma permanente para la cual habían empleado materiales eléctricos y de fontanería de alta calidad con un coste aproximado de 65.000 euros por vivienda.