Una red de tráfico de cocaína introducía droga en España a través de parquetes postales

La Guardia Civil ha desarticulado un grupo dedicado al tráfico de cocaína procedente de Costa Rica y Venezuela mediante paquetes postales, en una operación en la que han sido detenidos siete presuntos miembros de la red, entre ellos una trabajadora de la oficina de correos de Roquetas de Mar.

Las detenciones, seis de ellas practicadas en la provincia de Almería y una en Valencia, se han producido después de tres meses de investigación en el marco de la operación "Odeón", que ha permitido también la intervención de dos kilos de cocaína de gran pureza, de 54 kilos de hachís y de un arma de fuego, según informó ayer el instituto armado.

Las investigaciones se iniciaron al detectar los agentes el desplazamiento a Suramérica de un supuesto miembro del grupo encargado al parecer de preparar el envío de varios paquetes postales en los que se ocultaba la cocaína.

De este modo, la red planificó dos envíos procedentes de Venezuela y de Costa Rica con contenido declarado de un ordenador portátil infantil y de una figura de cristal, si bien en su interior se ocultaban los dos kilos de cocaína.

Dentro de las investigaciones desarrolladas, los agentes lograron la plena identificación de los miembros de esta banda organizada, que fueron detenidos de forma progresiva tras la práctica inicial de cuatro registros en viviendas del barrio de Aguadulce, en Roquetas de Mar.

La intervención de hachís y de cuantiosa correspondencia en estas viviendas llevó a los agentes hasta María Dolores S. D, Antonio C. G, Oscar Iván A. F. y José C. O, todos ellos vecinos de Aguadulce de entre 29 y 38 años.

Posteriormente fue apresado César Luis P. A, afincado en Vícar, y Giuseppe B. G, principal artífice de esta trama que pudo ser localizado en Valencia, ciudad a la que se desplazaron los agentes de la comandancia de Almería encargados de su detención.

Para finalizar la operación, el pasado 25 de febrero los agentes lograron localizar en Vícar (Almería) a otro supuesto implicado en la trama, Guillermo G. S, quien se encontraba en paradero desconocido desde que se produjeron los primeros arrestos.

Dentro de este grupo se encuentra una trabajadora del servicio de Correos de Roquetas de Mar que era la encargada de obtener datos postales de personas residentes en la zona para facilitárselos al encargado logístico del grupo en Sudamérica, que era quien preparaba el envío a nombre de estos vecinos, lo que facilitaba el completo anonimato de la banda.

Los detenidos quedaron a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Roquetas, mientras que la droga incautada, que hubiera supuesto la introducción en el mercado ilícito de más de 60.000 dosis, está pendiente de análisis en los servicios de sanidad exterior del puerto de Almería.