Para los mariscadores de Canela la campaña contra marisqueo ilegal ha sido "un paripé"

El presidente de la Asociación de Mariscadores de Isla Canela, en Ayamonte, Juan Grao, ha indicado que el Seprona de la Guardia Civil "no se acerca a las playas" para no molestar a los turistas que "continúan cogiendo coquina de forma masiva" causando "un grave perjuicio" al sector

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  • Cogiendo coquina ilegalmente -

Mariscadores del Golfo de Cádiz consideran que la campaña puesta en marcha por la Junta de Andalucía este verano contra el marisqueo ilegal de especies como la coquina en las playas de Huelva y Cádiz, que concluye este sábado, ha sido "un paripé" y se ha llevado a cabo "para callarnos la boca".

El presidente de la Asociación de Mariscadores de Canela, en Ayamonte, Juan Grao, ha indicado que el Seprona de la Guardia Civil "no se acerca a las playas" para no molestar a los turistas que "continúan cogiendo coquina de forma masiva" causando "un grave perjuicio" al sector.

Según ha explicado, el problema para los mariscadores no son los que se dedican a esto de forma ilegal ya que "cuando mariscan apenas si capturan unos cinco kilos y no lo hacen todos los días", sino los veraneantes, que "cogen a mansalva si que nadie les diga nada".

"Si estimamos una media de 1.000 personas cogiendo cada una un kilo, las cuentas son claras, y eso es a diario; además da igual que el caladero esté cerrado o no por contaminación, la captura por parte de los turistas es continua", ha lamentado, precisando que esta captura masiva repercute en el estado del caladero y de la propia especie que cada vez es más escasa ya que no se respeta el tamaño.

En este sentido, ha insistido en que la campaña desarrollada por la Junta de Andalucía "no ha servido para nada" puesto que "no se ha disuadido a nadie de que no lleve a cabo esta actividad".

"Ha sido una medida para callarnos la boca, porque la situación no ha cambiado, al menos en lo que a ese aspecto se refiere", ha indicado Grao, para quien lo que sí ha cambiado es la situación económica de los mariscadores que han de pagar licencias y tienen que asumir costes como los de desplazamiento a otras zonas de producción cuando las más cercanas están cerradas.

Esto les obliga a tener que subir el precio de venta de la coquina para sacar rentabilidad y "es un bucle, pues cuando más alto sea el precio, menos vendes" y sucede "en una época como el verano, que supuestamente es cuando más dinero se gana".

Por último, Grao ha indicado que desde la administración autonómica "nos tienen reventados, a los únicos que controlan son a nosotros, no al veraneante que es el verdaderamente causa el daño".

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