Alcalá la Real

Aurora Sánchez: "El baile debería probarlo todo el mundo, eleva mucho la autoestima"

Entrevistamos a Aurora Sánchez Belbel, profesora de Educación Infantil y monitora de la Asociación Alcalá Baila, compartiendo con ella su verdadera pasión por este "arte", que cuenta cada día con más aficionados en nuestra localidad

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  • Aurora, durante una actuación.

Su nombre es Aurora Sánchez Belbel, tiene 31 años y es profesora de Audición y Lenguaje de Educación Infantil, en el Colegio Cristo Rey. Pero, además de todo ello, es una gran apasionada del baile, un arte por el que ya ha cosechado premios como el logrado este mismo año en el I Concurso de Ritmos Caribeños y Bailes de Salón de Granada. Es, además,  una de las piezas claves hoy por hoy dentro de Alcalá Baila, una asociación que no ha dejado de crecer en los últimos años. Sobre esta pasión por el baile hablamos con ella.

Aurora, nos imaginamos que, antes que cualquier otra cosa, nuestros lectores no pueden evitar preguntarse... ¿cómo surge en tí esta afición y este arte para el baile?
-Hace cuatro años cuando se televisaba el programa de “Mira Quién Baila” se empezó a despertar en mi cierta curiosidad por aprender a bailar. Siempre me había gustado el baile pero lo veía como algo lejano y poco accesible. Después vi carteles por los distintos comercios de nuestra localidad, en los que se anunciaba que se iban a impartir  clases y decidí llamar para informarme y así comenzó mi andadura por este camino.

Acabamos de dejar atrás la séptima edición de la Gala de Alcalá Baila y no hacemos más que comprobar como el número de personas "enganchadas" al baile en Alcalá la Real no para de crecer, ¿a qué crees que se debe?
-Es que el baile “engancha” muchísimo y tiene grandes beneficios tanto a nivel físico como psíquico. A parte de la cantidad de “buenos momentos” que ofrece.  Llevamos una vida de prisas, agobios, estrés… y el baile es una buena terapia para combatir todo eso. En nuestra asociación se respira muy buen ambiente, hay un clima de confianza y respeto en el que se tienen muy buenas actitudes. Tenemos un personal cualificado para dar clases que es muy bueno y goza de una amplia experiencia, incluyendo grandes premios en competiciones importantes. Y si a esto se le suma la buena actitud por aprender y las ganas de disfrutar y pasarlo bien, hace que cada año nuestra asociación tenga más “enganchados”. Sin olvidar la labor efectiva de nuestro presidente, Valeriano Hinojosa, de un entusiasmo y entrega admirable.

¿Qué supuso para tí el premio logrado el pasado abril en el I Concurso de Ritmos Caribeños y Bailes de Salón celebrado en Granada?
-Fue una experiencia maravillosa en la que disfruté muchísimo. Entre nervios, expectativas ilusionadas y una gran alegría que sin duda te animan, consolidan… “dan alas”. Aquello que un principio se veía como un sueño  lejano e imposible, se empezaba a hacer realidad. ¡Era increíble!

Hemos podido comprobrar que tienes un arte innato para el baile, pero, ¿con qué estilos te identificas, cuáles te apasionan de manera especial?
-Comencé aprendiendo bailes latinos y de salón, que me encantan, y hace pocos meses me estoy iniciando en el baile deportivo y de competición. También trabajando tango argentino y danza del vientre. Y tengo que decir que, hoy por hoy, no puedo elegir ninguno, todos me gustan y aportan algo muy positivo. He realizado y estoy realizando algunos cursos en Madrid, donde recibo una formación magnífica. Esto me llena 100%, me gusta, me apasiona y me hace feliz.

Imaginamos que cualquiera que se lo proponga puede bailar, pero, ¿qué cuestiones, actitudes, etc... dirías que tendríamos que tener claras a la hora de plantearnos hacerlo?
-Para el baile deportivo o de competición es necesario llevar a cabo una disciplina muy exigente, además del nivel técnico que requiere, que es enorme. Pero con esfuerzo y constancia puede conseguirse. Sin embargo, al baile social puede acceder todo el que quiera y se lo proponga. Tan solo hay que tener ilusión, gusto por la música, muchas ganas de pasarlo bien y hacer nuevas amistades. El baile se debe tomar como una actividad la cual nos ayuda a disfrutar de la vida, aunque a veces parezca algo complicado de realizar. Debemos pensar que más que una habilidad es cuestión de gran voluntad, y así nos daremos cuenta de que la danza es un proceso que ofrece satisfacciones en lugar de dificultades, incluyendo la felicidad que nos produce saber que hemos vencido un reto y que antes parecía imposible.

Por tu experiencia, y en el caso de la pareja, ¿suele ocurrir que es la mujer la que arrastra al hombre al baile o el hombre también esconde, a menudo, "su lado oscuro bailarín"?
-Hoy por hoy, en nuestro contexto social y cultural, es la mujer la que arrastra al hombre, aunque evidentemente hay excepciones. Es frecuente ver casos en los que los hombres, en principio, no interesados acaban enganchados y hasta entusiasmados.

Cuando imaginas tu vida en este mundo del baile, ¿qué retos te marcas? ¿qué te gustaría llegar a cumplir o qué te gustaría llegar a ser?
-De momento mi objetivo es aprender, aprender y aprender, para hacerlo lo mejor posible y esto no solo por la satisfacción personal, sino también para poder comunicar y transmitir tan bellas sensaciones. Lo demás se irá andando.

Finalmente, para aquellos a los que ni siquiera se les ha pasado por la cabeza la idea de ponerse un día a bailar, ¿por qué deberían probarlo, qué crees que les puede aportar a su vida?
-El baile debería probarlo todo el mundo, ya que aporta grandes beneficios psicológicos y sociales: al bailar nuestra mente se concentra en memorizar y realizar adecuadamente los pasos y esto hace que nos olvidemos de los problemas y por tanto nos relaja, es diversión y placer al tiempo que se aprende, estimula la creatividad, eleva mucho la autoestima, ayuda al desarrollo de la disciplina y el autocontrol, desarrolla la sensibilidad de la persona, nos da la oportunidad de interactuar y compartir un hobby con varios compañeros, permite socializar y conocer gente, nos ayuda a vencer la timidez, se desarrolla la cultura musical, entre otras cosas, por lo que invito a cuantos quieran probar. Lo hagan sin ningún tipo de complejo ni miedo: ¡verán cómo se alegran!

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