El Delegado de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente en Cádiz, Federico Fernández, y el Presidente de la Fundación Migres, Miguel Ferrer, han puesto hoy en marcha desde el observatorio de Cazalla (Tarifa) el Programa Migres 2013.
Los técnicos de la Fundación Migres observarán a diario, entre las 9,00 y las 18,00 horas, el paso de las aves desde dos observatorios situados en las proximidades del estrecho de Gibraltar, Cazalla y Algarrobo.
El Programa Migres, promovido por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente y dirigido por la Fundación Migres, se adapta a los ciclos migratorios de las aves y se inicia con el seguimiento de la migración otoñal de rapaces y cigüeñas, extendiéndose hasta principios de octubre. Durante este periodo, en 2012 se observó el paso por el estrecho de Gibraltar de casi medio millón de aves, destacando las cifras de ejemplares de milanos negros (más de 105.000 aves), cigüeñas blancas (en torno a 62.000), o abejeros europeos (unos 50.000). Otras especies con números elevados son el águila calzada (26.000 aves), el águila culebrera europea (13.200), la cigüeña negra (3.000) y el alimoche común (2.400), que forman parte de las más de 250 especies de aves que migran a través del estrecho de Gibraltar.
Posteriormente, entre octubre y noviembre, se contabiliza la migración de las aves marinas. Destacan entre ellas las poblaciones de dos especies mediterráneas, la pardela cenicienta, con más de 76.000 aves observadas en 2012, y la pardela balear, especie en peligro crítico de extinción, de la que se registraron más de 7.200 ejemplares. También se observa un elevado número de alcatraces atlánticos, charranes patinegros, págalos grandes, alcas comunes y frailecillos atlánticos.
Migres, un modelo para Europa
El programa Migres, que constituye uno de los mayores esfuerzos que se realiza en el mundo de seguimiento científico a largo plazo de aves migratorias, detecta los cambios en la evolución de las poblaciones de aves y también los cambios en sus patrones migratorios, lo que permite conocer su estado actual de conservación y la influencia del cambio climático en el comportamiento migratorio de las distintas especies.
El programa se basa en la realización de conteos sistemáticos que ofrecen resultados comparables año tras año. El diseño de estos conteos está orientado a la obtención de índices anuales de abundancia para cada especie, trascendiendo la mera obtención de cifras totales de ejemplares cruzando el Estrecho. Otro de los grandes objetivos del Programa, en el que también se implica la Fundación Migres, consiste en la difusión a la sociedad de la importancia y la dimensión del fenómeno de la migración de aves a través del estrecho de Gibraltar.
Durante estos años la Consejería de Medio Ambiente ha contado con el apoyo y colaboración científica y técnica de distintas instituciones, como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, a través de la Estación Biológica de Doñana, y la Fundación Migres. Desde finales de 2003 la Fundación Migres se involucra en los proyectos de seguimiento, y desde junio de 2006 la Fundación coordina el Programa, trabajando además en ampliar el estudio de la migración de aves planeadoras al periodo primaveral, y en el diseño del seguimiento de la migración de pequeñas aves (paseriformes y afines).
Desde un principio, la intención de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía fue poner en marcha un proyecto a largo plazo. Para ello se priorizó que los diseños contemplaran protocolos metodológicos que aseguraran la consistencia de los datos durante series largas de años. Así, el seguimiento de cada grupo de aves tiene un protocolo metodológico que optimiza los esfuerzos atendiendo a las características físicas y de comportamiento de las especies.
El estrecho de Gibraltar está reconocido como uno de los lugares más importantes del mundo para la migración de las aves. Su situación estratégica en el importante eje migratorio europeo-africano unido a su singular geografía, con la confluencia de dos continentes y dos mares en un mismo área, explican la excepcional concentración de aves migratorias que utilizan la zona como lugar de paso.
En prueba de ello, más de 30 millones de aves de más de 250 especies diferentes cruzan anualmente y de forma regular el Estrecho durante sus periplos migratorios. Este rico elenco de especies incluye una amplia representación de aves planeadoras -cigüeñas y rapaces-, pequeños migrantes –vencejos, abejarucos, más de 100 especies de paseriformes-, y aves acuáticas de distinta naturaleza, incluyendo una importante lista de aves marinas pelágicas, algunas de ellas en peligro de extinción.
Además, la zona actúa como un importante enclave de sedimentación, especialmente durante los días en que los fuertes vientos, frecuentes en la zona, impiden a las aves cruzar el Estrecho, y éstas se concentran en zonas de abrigo, en ocasiones en cantidades extraordinarias de miles de individuos.
El Estrecho constituye también una de las zonas más importantes de Europa para la migración de las aves marinas y costeras, especialmente para aquellas que crían o invernan en el Mediterráneo. Este canal de sólo 14 km es la única conexión natural entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Dado que estas especies realizan la totalidad de sus desplazamientos por el mar, los efectivos que se concentran en el Estrecho abarcan la práctica totalidad de las poblaciones migratorias entre el Atlántico y el Mediterráneo, incluyendo pardelas cenicientas y baleares, alcatraces, págalos, araos y frailecillos, charranes y gaviotas.
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