No es fácil salir de la crisis pero si hay una forma de ser competitivos para poder afrontar los nuevos retos es a través de la innovación, que no es otra cosa que transformar el conocimiento en riqueza y en empleo, y en esta premisa es fundamental que la idea pueda convertirse en economía y el camino que más éxito está acumulando es, sin duda alguna, el trío universidad, empresa y administración. El esfuerzo conjunto de estos tres actores hace posible que una economía transforme su tejido productivo, adapte a las nuevas necesidades sus sectores tradicionales y potencie aquellos nuevos en los que los nichos de mercado y empleo puedan ser una puerta para ayudar a salir de la crisis.
Andalucía posee ejemplos más que evidentes de que es posible aplicar el conocimiento de sus investigadores para fortalecer sus sectores tradicionales, como puede ser el agroalimentario, pero también impulsar sectores emergentes que mucho tienen que decir en la competitividad de la economía, como son el de las energías renovables o el aeronáutico, sin olvidar el medioambiental o el de la salud, especialmente el relacionado con la biotecnología.
Universidad, el centro
Ser competitivos, en estos momentos, es la única clave del éxito, y para competir hace falta innovar, transformar el conocimiento en riqueza y empleo, aplicarlo a la economía de mercado, lo que se ha visto reflejado en el esfuerzo de administraciones, empresas y universidades en lo que se denomina I+D (innovación y desarrollo). La clave, la universidad y su conocimiento pero aplicada a la actividad empresarial; el futuro, que se incremente, porque parar significa desaparecer.
Esa apuesta estratégica no se ha visto del mismo modo en España, puesto que los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) reflejan que España dedica el 1,3% de su PIB a la I+D mientras que la media Europea es de un 2,3% (Finlandia 4%, Suecia 3,5%, Alemania 2,8% y Francia 2,3%).
Gasto en I+D
Frente a ello, en los cuatro últimos años, el gasto en I+D en Andalucía ha crecido un 11,5%, casi el doble del crecimiento observado en el conjunto de las comunidades autónomas, (6,3%), lo que ha favorecido un avance en cinco puntos en términos de convergencia tecnológica, que pasa del 80,3% en 2007, al 85% en 2011.
A pesar del descenso en inversión (en 2011 el gasto en I+D en Andalucía se cifró en 1.648,5 millones de euros, un 4,5% inferior a la de 2010 frente al -2,8% de España), Andalucía sigue siendo la tercera comunidad autónoma con mayor nivel de gasto en I+D, por detrás de Madrid y Cataluña. En 2011, el esfuerzo tecnológico, medido como gasto en I+D en porcentaje del PIB, se situó en Andalucía en el 1,13% (1,33% en el conjunto de las comunidades), manteniéndose la quinta después de País Vasco, Navarra, Madrid y Cataluña.
La clave, la investigación
Este esfuerzo se ha visto traducido en un incremento exponencial de la actividad investigadora de calidad, capaz de atraer recursos de convocatorias europeas, multiplicando por cinco su capacidad científica y pasando en veinte años de los 800 grupos investigación que había a los más de 2.000 grupos actuales, en los que participan 30.000 investigadores, de los que 15.000 son doctores.
Y en eso la Universidad es clave. Su alto potencial investigador e innovador se ha traducido en un es un esfuerzo en I+D que supera a toda España, alcanzando los 723 millones de euros en 2010, el 17% del gasto del total de las universidades españoles. Y tiene su reflejo práctico: en 2011 creció el número de patentes (+4,8%; 476 patentes) en Andalucía, en un contexto de caída en el registro de patentes a nivel nacional (-5,3%).
Parques Tecnológicos
Pero no se puede entender este esfuerzo innovador sin el entorno en el que se ha consolidado, el de la colaboración público-privada y en la transferencia tecnológica entre universidad y empresa, que tiene su máximo exponente en los once parques tecnológicos de la comunidad. Y los datos así lo avalan.
Así, desde que comenzara la crisis (periodo 2008-2011) el número de empresas instaladas en los parques ha crecido un 26% y su facturación un 15%. Solo en 2011, las 11 tecnópolis andaluzas han incrementado el numero de empresas e instituciones instaladas en torno a 1.300 (1.284), un 11% mas que en 2010. Han aumentado también su facturación, hasta superar los 4.800 millones de euros (el 17% mas). Además, también se ha elevado el número de empleados, un 9%, con la creación de mas de2.900 empleos, hasta alcanzar los 37.000 trabajadores (36.959).
Junto a los parques, Corporación Tecnológica de Andalucía ha desempeñado un papel fundamental en el impulso de la I+D en la región. En sus siete años y medio de vida, ha financiado 460 proyectos de I+D+i, a los que ha concedido casi 120 millones de euros en incentivos y que han movilizado más de 375 millones de euros de inversión privada en innovación. En estos proyectos, han participado 290 grupos públicos de investigación, a los que se ha subcontratado casi 70 millones de euros.
Índice de convergencia
En los últimos veinticinco años la convergencia tecnológica de Andalucía con España ha avanzado en 28,7 puntos, pasando del 56,3% en 1987, al 85% en 2011, cinco de esos puntos desde 2007.
I+D en universidad
El gasto en I+D en 2010 de las universidades andaluzas fue de 723 millones de euros, el 17% del gasto total de las españolas. En 2011 creció el número de patentes (+4,8%; 476 patentes) mientras caía el nacional (-5,3%).
Empresas en parques
Desde que comenzara la crisis (periodo 2008-2011) el número de empresas instaladas en los parques ha crecido un 26% y su facturación un 15%, elevando en un 9% el número de sus empleados.
Andalucía y el Marco Europeo
La UE ha ligado la política de cohesión del periodo 2014-2020 al diseño de Estrategias de Innovación y Especialización Inteligente en las regiones, buscando aprovechar los puntos fuertes y los potenciales. Andalucía fue la primera en presentarla.
Un trabajo interdisciplinar
Desde diciembre todas las Consejerías estan trabajando en la puesta en marcha de la Estrategia de Innovación Andaluza 2014-2020 con un equipo interdisciplinar con representantes del mundo empresarial, del conocimiento y de la innovación.