El libro que cierra la trilogía erótica de Megan Maxwell toma como escenario la ciudad del vino
Consciente de que el “boom” de la novela romántico-erótica es una moda que durará mas o menos tiempo, la escritora española Megan Maxwell pone hoy fin a la trilogía Pídeme lo que quieras, una muestra del género con “rollito español”, en la que huye de la mujer sumisa y apuesta por la fémina “guerrera”. El título que cierra la saga es Pídeme lo que quieras o déjame y llega hoy a las librerías a petición expresa popular, ya que el proyecto original sólo contemplaba dos novelas. Las dos primeras partes se encuentran en las listas de los libros más vendidos, y en ellos se narra la historia de amor de sus dos protagonistas, Judith y Erik, aderezada con el morbo de las orgías sexuales a las que ambos son aficionados. La tercera entrega está ambientada principalmente en Jerez, ciudad en la que se desarrolla buena parte de la historia en esta ocasión -una tierra que conoce bien la escritora, puesto que residió en la provincia de Cádiz antes de establecer su domicilio en Madrid-.
Megan Maxwell, de padre norteamericano y madre española -ella nació en Alemania-, confiesa que no se esperaba el éxito que sus novelas eróticas han tenido, ya que ella se dedicaba a otros estilos dentro del género romántico, como el histórico. “Cuando me propusieron que escribiera una novela erótica, dije que no, aunque en mis anteriores novelas siempre incluía escenas de sexo”. Pero, después de pensarlo, decidió probar y a la vista está el resultado.
La historia de Pídeme lo que quieras iba a estar compuesta solo de dos partes, pero “con el revuelo que se armó con la primera y segunda” los lectores “pidieron más” y, pese a que ya había acabado con el final que quería, retomó la historia y escribió una tercera parte. Como escritora muy activa en las redes sociales, Maxwell confiesa que para inspirarse cogió “boli y papel” y repasó algunas de las ideas que sus seguidores le habían apuntado y así ha utilizado “lo que mis lectores me habían pedido”.
A pesar de que su público ha sido hasta ahora casi enteramente femenino, el género erótico le ha hecho un hueco entre los lectores masculinos que, asegura, le escriben “encantados” por lo que han leído. Maxwell atribuye el éxito de esta trilogía al carácter más cercano y al “rollito español” de sus personajes, con una mujer de carácter que “no es nada sumisa”, como es el caso de protagonistas de otras sagas: “He querido darle una actitud muy nuestra, muy española, de mujeres que sabemos lo que queremos y lo que no”. Reconoce que el “boom” de este género ha tenido en E.L. James, la autora de Cincuenta sombras de Grey, una gran ayuda, aunque asegura que la novela erótica “lleva toda la vida. Lo que pasa es que la gente que renegaba de la novela romántica, ahora ha visto que le gusta, porque hombres y mujeres buscan el erotismo", sostiene.