Dieciséis gaditanos afectados por el fraude de las preferentes dan un paso al frente y narran sus dramas

Publicado: 29/06/2013
La mayoría de los defraudados son personas mayores ya jubiladas y con bajo nivel de estudios
En los últimos tres años, las entidades españolas han colocado 12.000 millones de euros en participaciones preferentes, un producto tóxico no apropiado para el perfil del cliente conservador. Muchos de los inversores, todos ellos en busca de un producto de bajo riesgo, creían estar contratando algo similar a un depósito. Es decir, esperaban que el banco les devolviera la inversión al cabo de unos años. Pero a la hora de recuperar su dinero, en esta situación de crisis económica y falta de liquidez, las entidades se niegan. Y legalmente pueden hacerlo, porque las preferentes son realmente una deuda perpetua, lo que significa que el banco no tiene por qué devolver el capital inicial.

El problema es que no se ha correspondido la palabra oral con la escrita. A los clientes se les aseguró, antes de firmar, una cosa, mientras acabaron firmando por otra. Y este desconocimiento ha llevado a la pérdida de los ahorros, principalmente, de clientes mayores que confiaban en sus bancos y cajas.

Además, en muchos de los casos no se hicieron correctamente los test de conveniencia que se tienen que realizar antes de invertir en preferentes. Es decir, a muchos de los engañados se les hacía firmar dicho test sin leerlo ni darles explicaciones sobre el mismo.

El bufete de abogados que dirige en Cádiz el letrado  José Luis Ortiz ha recopilado todos los casos en los que no se realizó el test correctamente para presentar una denuncia ante la Fiscalía provincial de Cádiz (danto también conocimiento al fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía) con el objetivo de que se  investigue si se pude estar ante un delito masivo de falsedad en documento bancario mercantil.

La mitad de los casos que lleva este bufete son de damnificados de Bankia. “Hace unos días me puso en contacto con el director de la oficina de la calle Real en San Fernando y me dijo literalmente que era lo que había, y que su banco no era una ONG. Lógicamente mi respuesta fue que mis clientes no pedían limosna, lo único que hacían es reclamar lo que es suyo”, explicaba Ortiz indignado. 

Casos sangrantes

Sólo este despacho de abogados tiene abiertos actualmente 86 expedientes relacionados con las preferentes y subordinadas. Para este reportaje ha reunido 16 casos, los más significativos por alguna causa en concreto. 

Nada más entrar en la oficina los rostros de desolación de los afectados salta a la vista. La mayoría son personas con más de 60 años, prejubiladas o jubiladas, que con una expresión de preocupación más que llamativa en sus ojos dejan ver el miedo que sienten. Todos confiesan tener su esperanza puesta en el bufete y en la justicia “lo único que nos queda a los pobres para luchar contra los poderosos”, dice José Galván, un analista informático ya jubilado que también ha resultado afectado.

Pedro Sánchez (88 años) y Petra García (84) contrataron preferentes con carácter perpetuo sin saberlo. Poco tiempo después Pedro falleció y fue entonces cuando sus hijos descubrieron este contrato que consideran fraudulento. Ahora luchan contra Bankia para recuperar los ahorros de sus progenitores, unos 138.000 euros. Su padre siempre fue cliente de Caja Madrid y un día salió con los amigos a dar una vuelta y se sentaron en un banco que hay delante de la sucursal. Según cuenta su hija en ese momento salió una empleada del banco que le invitó a entrar porque tenía un producto muy bueno para él. “Mi padre, con 88 años escuchó que le vendían un plazo fijo al 7% y firmó, sin testigos y sin explicarle la letra pequeña de este producto”. No sólo eso. Desde hace un tiempo tampoco reciben los intereses de este “plazo fijo”. Para colmo su madre está enferma y necesitan dinero para cuidarla.

Algo parecido les ocurrió a Ricardo Iglesias (93 años) y Joaquina Boyero (89). Actualmente están en una residencia de ancianos que tiene que ayudar a coster su único hijo. Invirtieron 160.000 euros de los cuáles quedan menos de 148.000. En su día decidieron vender su casa de Madrid para venir a Cádiz a vivir con su único hijo. Entonces pensaron meter el dinero en el banco en un plazo fijo y tenerlo así para su vejez. En este caso fue su hijo el que contrató las preferentes lo que le está generando problemas de salud por el sentimiento de culpabilidad que tiene. Desde hace unos meses también ha dejado de percibir el dinero de los intereses por lo que están afrontando los 3.000 euros que cuesta las dos plazas de residencia con las pensiones de ambos y un préstamo que ha tenido que pedir su hijo.

Estos son sólo algunos de los casos de los 300.000 que se calculan que pueden haber en Andalucía según la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Sólo el 1% ha recuperado la inversión, aunque también es cierto que es ahora cuando los damnificados están denunciando.

Rafaela Pérez Devidiego
viuda, 70 años

Según José Luis Ortiz, el de Rafaela es un claro caso de “estafa”, ya que al no saber leer ni escribir tiene que firmar cualquier papel con dos testigos presenciales. Vendió un campo y el director de Caja Madrid la convenció para meter los 148.000 euros en productos tóxicos”.

Javier y Carmen
pareja estafada por separado

Esta pareja consiguió que el despacho de abogados de José Luis Ortiz recuperase el dinero que tenían en preferentes, 28.000 euros entre los dos. Ambos confiesan que han pasado muchas noches sin dormir. Él está retirado y ella se quedó en paro.

Ana Galvín
ama de casa

Esta ama de casa ahorró toda la vida del único sueldo que entraba en casa, el de su marido, ya fallecido. Asegura que vive agobiada porque esperaba tener “una vejez tranquila” y ya tiene 70 años, ve que pasa el tiempo, y que no va a poder disfrutar del dinero.

José Luis y Mª del Carmen
mozo de mercado prejubilado

Este matrimonio de El Puerto de Santa María pensaba que tenía el dinero en un plazo fijo. Poco a poco se fueron dando cuenta de que su banco empezó a trasladar a la gente que vendió las preferentes. Cuando quisieron sacar los 6.000 que tenían, no fue posible.

José Luis
agricultor jubilado

Ingresó sus 90.000 euros por un año. Cuando tuvo que renovar el plazo, el director de la oficina le vendió participaciones preferentes con la condición, sin saberlo, de que no podría retirar el dinero hasta 2020. En este tiempo ha perdido casi 20.000 euros.

Francisco López
agricultor jubilado, 77 años

Compró 12.000 euros en participaciones preferentes en La Caixa. Cuando quiso retirar el dinero se lo denegaron y encima le comunicaron que había perdido 6.300 euros. Encima, ese día le plantearon transferir otros 17.000 euros que tenía en otra cuenta.

Catalina Sánchez
hija de padres estafados

A su padre, ya fallecido, le estafaron presuntamente 138.000 euros. En su caso ni siquiera hizo falta que fuera el banco, ya que fue el propio empleado de la sucursal el que salió a buscarlo para convencerle. Con 88 años firmó las condiciones sin testigo alguno.

Teodomiro González
jubilado, 82 años

Teodomiro metió 50.000 en participaciones preferentes y 20.000 en subordinadas. Tanto él como su mujer han trabajado en Alemania hasta su jubilación, cuando decidieron vivir en Jerez. Sus ahorros y los de su esposa están depositados en Bankia.

José Luis Baró Shakery
85 años, militar jubilado

José Luis tiene una minusvalía del 85% en la vista. Esto demuestra que no pudo leer el documento  que le pusieron por delante. “Evidentemente, si llego a saber lo que estoy firmando no lo hubiese hecho. Nos fiamos de nuestro banco de siempre”.

Ernesto Soto
desempleado

Ingresó los 60.000 euros de la venta de un piso en La Caixa Catalunya y se lo invirtieron en subordinadas sin saber lo que eso significaba. Un día quiso sacar el dinero y le dijeron que “fuese a Bruselas a recogerlo”. Ahora no tiene para comer ni pagar la casa.

José Luis Ortiz. Abogado Especializado en Derecho Bancario:

“Los afectados tienen que dejar a un lado la vergüenza   y denunciar los casos”

Sólo el butefe Abogados Ortiz tiene 86 expedientes abiertos relacionados con las participaciones preferentes y subordinadas.

¿Cuántos casos ha llevado desde que se conoció este fraude en enero de 2012?
—Tenemos 10 casos ganados, más de un millón de euros recuperados y 86 asuntos abiertos.
¿Cuál es el denomiador común?
—Se han cebado sobre todo con nuestros mayores. Personas de  60 años para arriba que son los únicos que a día de hoy pueden tener dinero ahorrado, ya que los jóvenes viven al día o con la ayuda de los padres. La mayoría de los afectados tiene pocos estudios o ninguno, que confiaban ciegamente en el director de su banco de siempre, a los que se les ha vendido productos tóxicos diseñados para gente que juega en la bolsa y no para un ahorrador de un perfil conservador sin conocimientos del mundo financiero. He visto afectados con parkinson, alzheimer, invidentes, demencia, o dependencia severa.

—¿Cuál es su percepción?
—Es triste que la gente piense que hay que conformarse con lo que sea porque la banca siempre gana. Muchos afectados están agachando la cabeza y aceptando la limosna del arbitraje o bien el canje de las participaciones preferentes por acciones, que tampoco vale para nada porque son bonos basura.

—En Galicia hay un motivimiento asociativo que en Andalucía no estamos viendo, ¿por qué?
—Pues no sé si es por nuestro carácter. El fiscal jefe superior del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha declarado que tiene sobre la mesa más de 6.000 casos y estima que hay más de 370.000 perjudicados en la comunidad. No entiendo como no se ha producido un estallido social, porque en Andalucía hay más afectados que en Galicia. La gente está viviendo el problema de puertas para adentro.

—¿Puede ser por vergüenza?
—En parte sí. Los afectados no quieren que un vecino o un amigo se entere de que eres uno de los estafados. Al final es un orgullo mal entendido, porque en el fondo se trata de algo muy serio como es el pan casa.

—¿En todos los casos se llega a juicio?
—Los bancos que no están nacionalizados como BBVA, La Caixa, Santander y el Banco Popular están pagando por las buenas cuando reciben la demanda sin necesidad de llegar a juicio. En cambio, los no nacionalizados no devuelven nada bajo la excusa de que como están intervenidas por los inspectores del Banco de España no tienen capacidad de decisión. El 80% de los casos que tengo son de Bankia, Caixa Catalunya y Novacaixagalicia que ahora se llama Nevo en una maniobra creo yo de lavado de imagen.

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