Echo de menos los programas de música en la televisión. Y echo de menos las mañanas de los sábados en las que con uno de los primeros mandos a distancia que hubo en casa cambiaba una y otra vez de canal para ver dos programas de televisión de aquellos que apasionaban a los adolescentes del momento, entre los que yo me encontraba. Música sí era uno de ellos; programa de música en directo de los que ahora no se ven en la enferma televisión del siglo XXI. Años más tarde, y de eso tanto no hace, llegaría un magistral espacio conducido por Miguel Bosé que vino en llamarse Séptimo de Caballería.
Esta historia de adulto cebolleta me ha venido a la cabeza a propósito del título que daría esta semana a esta firma. Y es que entre los temas que podrían haberse elegido, quise hablar de música. Para defender la música. Para defender que negociar es siempre necesario. Para defender que no se puede atender a la ligera ningún conflicto. No creo que el conflicto generado con los músicos que tocan en los bares de Ronda en directo sea uno de esos conflictos sin razón iniciados por el equipo de Gobierno. Sí creo, por el contrario, que volvió a errar el equipo de Gobierno en la gestión de otro conflicto, en este caso en concreto porque comenzó engañando a aquellos que pedían una respuesta y sólo se encontraban con jugadores de fútbol que lanzaban las pelotas sobre el tejado de otra administración, cuando la pelota debía estar en su propio tejado. El resultado final, sin embargo, ha sido positivo; o tiene visos de ser positivo, porque se ha acordado un tiempo de pruebas, vinculado a una normativa local propia. Permitirá la música, en un tiempo en que la Cultura recibe golpes a diestro y siniestro, muchos de ellos ideológicos; permitirá también el descanso de quienes viven en torno a los bares de música. Lo iremos viendo.
Me pregunto
Me pregunto si hubo contraprogramación. En concreto el día en que el PA decidió hacer balance de sus dos años en el Gobierno, con ciertos fastos, y poco después la alcaldesa hablaba sobre la resolución judicial en torno a Merinos. El que se mueva no sale en la foto, decía Guerra.
Me pregunto qué ocurrirá finalmente con el tema de los autobuses. Gestión de la estación y servicio de autobús urbano. Hay mucho movimiento.
Me pregunto si la alegría momentánea en torno a Los Merinos no serán dolores de cabeza, para todos, dentro de algún tiempo.