El sindicato Manos Limpias, personado como acusación popular en el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos, ha culpado al presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo (TS), Gonzalo Moliner, de "menoscabar de manera injusta" el "gran esfuerzo personal" que, según esta organización, está llevando a cabo la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, la magistrada Mercedes Alaya, en este caso, al pronunciar unas palabras "inadmisibles".
De esta forma, Manos Limpias ha expresado así, en un comunicado firmado por su coordinador general en Andalucía, Arnaldo Fernández Calderón, su rechazo a las declaraciones que este jueves pronunció en Sevilla el máximo responsable del órgano de gobierno de los jueces, quien señaló que no le parecía "normal ni aceptable" el retraso acumulado en la toma de declaración a algunos de los imputados en la causa de los ERE.
Para Manos Limpias, estas manifestaciones "menoscaban de manera injusta" el trabajo de Alaya, de quien señalan que "además de una enfermedad prolongada por espacio de seis meses, ha tenido que soportar una recusación que no prosperó, un aviso de la sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), un retraso impresionante en la remisión a su juzgado de las actas de los Consejos de Gobierno de la Junta de Andalucía después de una larga 'pelea' en la que finalmente ganó el pulso, y declaraciones del consejero andaluz de Justicia e Interior, Emilio de Llera, tales como que "no es 'superwoman'".
Tras cuestionarse "a qué vienen tantos palos en sus ruedas y qué interesa más, que se cierre cuanto antes la instrucción o que la misma sea minuciosa, responsable, objetiva y completa", el sindicato, a través de su coordinador general en Andalucía, ha reclamado que dejen a la juez Alaya "hacer su trabajo con la total independencia consagrada en la Carta Magna", de la que, según Manos Limpias, el CGPJ "debe ser garante".
En esta línea, la organización rechaza "injerencias, influencias, interferencias y presiones" sobre la juez, y reclama "especial prudencia y tacto" para una investigación que "se encuentra 'sub iudice'".
De igual modo, Manos Limpias ha aprovechado la ocasión para criticar "el grado de politización" que, a su juicio, se ha alcanzado en la Administración de Justicia española, y para realizar un llamamiento a responsables de este sector para que "se ocupen de trabajar para intentar paliar el ancestral retraso de todos los juzgados en general y de los andaluces en particular debido a la carencia de sedes judiciales decorosas y suficientes, falta de jueces, oficiales y auxiliares, carencia total y absoluta de medios materiales y un largo etcétera".
Por último, el sindicato concluye su comunicado apuntando que "con menos motivaciones se han pedido ceses".
