Andalucía

Un sol radiante para Huelva

Una multitud de onubenses arropa a la Hermandad de Huelva en el inicio de su peregrinar hacia la aldea

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  • En la Comandancia -

La Hermandad de Huelva ya camina hacia la aldea. Arropada por toda una ciudad y con una de las comitivas más numerosas de todas las filiales que se dirigen a la aldea, este jueves dijo adiós a la urbe para adentrarse en las arenas, acompañada por un sol espléndido que vistió de luz y calor el paso de la hermandad por su ciudad.

Los cohetes anunciaban a primera hora de la mañana que Huelva ya estaba en la calle. Vestida por el blanco de las chaquetillas de sus caballistas y al son de los cascos de sus caballos y del tamboril, el Simpecado se adentró en el centro de la ciudad, viviendo los momentos más esperados para la multitud de personas que se agolpaban en sus calles para despedir a la hermandad.

La primera parada, junto al monumento a la Virgen del Rocío de la plaza del Punto, donde el hermano mayor, Manuel Díaz Morales, dejó por un momento su caballo para postrarse ante la Blanca Paloma y ser agasajado con una sevillana su figura, la del hermano mayor.

Pocos pasos después, el presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, a las puertas de la institución provincial, entregaba una ofrenda floral al Simpecado, al tiempo que deseaba un “buen camino” a los romeros y felicitaba a la hermandad por ser un ejemplo de “organización impecable y de enorme belleza”.

Uno de los momentos más esperados llegaba a las puertas del Ayuntamiento, donde, cumpliendo con la tradición, el Simpecado recibió una colorida petalada desde los balcones de la casa consistorial y, por vez primera, los voces del grupo onubense Manguara ponían voz a la tradicional salve rociera, cantada a coro por la multitud congregada en los aledaños.

El alcalde, Pedro Rodríguez, destacó que, un año más, “la ciudad se vuelca en la despedida de la Hermandad de Huelva, que protagoniza en las calles uno de los momentos más emotivos e importantes del año para la capital”.

Tras esta entrañable parada, el Simpecado de Huelva continuó su camino para para pocos metros después, en la Subdelegación del Gobierno, y más tarde junto a la Iglesia de la Concepción y en la Delegación del Gobierno de la junta, para hacer una última y especial parada en la Comandancia de Marina antes de adentrarse en los caminos.

Especialmente emotivas fueron las palabras del comandante de Marina de Huelva, que transmitió lo aprendido y vivido con la Virgen del Rocío en la capital onubense ahora que va a recibir nuevo destino.
Tras el cante del grupo Senderos y las palmas de los centenares de personas congregadas, el Simpecado de Huelva, rodeado por una marea humana que lo acompañará hasta la aldea, decía adiós a su ciudad para adentrase por la Avenida del Decano y soñar con el momento en que el camino acabe y se postre ante la Blanca Paloma.

Por delante, dos días de camino, de cante, bailes, fervor rociero y muchas emociones. Huelva ya está en camino.

La más numerosa
La Hermandad de Huelva es una de las más populosas de todas las filiales rocieras. Este año, la comitiva la conforman en torno a 8.000 personas, 1.200 caballos, 44 carros tradicionales, 48 charrés y 70 tractores de doce metros.

Para que todo transcurra con normalidad, el Ayuntamiento ha organizado un dispositivo especial de emergencias, seguridad, tráfico y limpieza que ha movilizado a más de cien personas. Además del acompañamiento y la pernocta, Protección Civil continúa con el dispositivo de acompañamiento, tanto a Emigrantes como a Huelva, hasta la llegada a la aldea de El Rocío, para dar una mayor seguridad durante el segundo día de camino.

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