Emigrantes ya camina. Y la lluvia, aunque leve, no quiso faltar a la cita del paseo de su caravana rociera por las calles de la capital onubense. El día amaneció gris, desangelado y algo frío. Pero no fue freno para que el sentir de una de las filiales onubenses se dejara notar desde primera hora. El calor lo puso Emigrantes.
La sede de la hermandad estaba preparada para la cita con la peregrinación. A las ocho de la mañana, la misa de romeros sirvió para que el rezo hiciera de energía extra para el inicio de los dos días de camino que quedaban por delante. A las nueve de la mañana, la comitiva rociera de Emigrantes echa a andar. Alrededor de 2.5000 peregrinos, unos 230 caballos, 16 carros tradicionales, 94 tractores con remolques, enganches con caballos y vehículos de apoyo. Y como centro y eje del caminar, el Simpecado de Emigrantes, la Concha peregrina que empezó el paseo por diferentes lugares de la capital donde fue recibiendo bendiciones.
Los primeros ‘vivas’ van despertando. La primera parada, en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional, desde donde continuaron hacia la Guardia Civil, y al ritmo adecuado para cumplir con los horarios previstos, la multitud de Emigrantes se fue acercando al centro de la capital onubense.
Sea por el mal tiempo, sea por lo que sea, la verdad es que el ambiente en el corazón de la ciudad no era tan festivo y multitudinario como años anteriores. Se notó en la llegada a la Plaza del Punto, donde la hermana mayor, Rocío Méndez, y el presidente, Fernando Rodríguez, acompañaron al Simpecado para ofrendar al Monumento de la Virgen del Rocío. Años anteriores, el tumulto en esta zona era imponente, pero este año el ambiente era anormalmente tranquilo, con apenas de medio centenar de peregrinos que se unieron a esta parada, y otro medio centenar de ciudadanos que no quisieron perderse el rezo ante la estatua.
Tocaba enfilar la Gran Vía. En sus laterales, gente, pero no tanta, iba haciendo el pasillo a la comitiva. Parada en la puerta de la Diputación de Huelva, donde su presidente, Ignacio Caraballo, entregó un ramo de flores y felicitó a la hermandad por su “belleza y buena organización”. Llegaba uno de los momentos más especiales: La recepción en el Ayuntamiento de Huelva. Allí, el ambiente era más numeroso. Centenares de ciudadanos saludaron a los peregrinos, que recibieron por parte del alcalde, Pedro Rodríguez, los mejores deseos para el camino. Los ‘vivas’ se multiplican, y el ánimo se revitaliza con los cantos del Coro Voces del Conquero y del grupo Andares, encargados de entonar la salve rociera que acompaño a la tradicional lluvia de pétalos. También destacar la animación llevada a cabo por la Banda Sinfónica de Huelva.
La comitiva sigue su camino, dirigiéndose con paso firme y puntualidad exacta hacia la sede de la Delegación de la Junta de Andalucía, lugar en el que el delegado José Fiscal deseó un buen camino a los directivos de la hermandad y al resto de la comunidad rociera de Emigrantes, y les hizo entrega de una bandera de Andalucía. Antes de enfilar la salida de Huelva a través de la Avenida Francisco Montenegro, la tradicional parada en la Comandancia de Marina y el canto al unísono de la salve marinera.
Acompañados por el gris del cielo, Emigrantes avanza con el calor de sus hermanos, que harán noche en el enclave de ‘Tres Rayas’, y este jueves, si no hay ningún contratiempo, harán su entrada a la aldea de El Rocío a última hora de la tarde para disfrutar de la multitudinaria romería en la que Huelva tiene tanto protagonismo. Feliz Rocío a todos.
