El expresidente de Invercaria Tomás Pérez-Sauquillo ha asegurado este lunes tener la conciencia "limpia" y "tranquila" por su actuación profesional en relación a la empresa pública de inversión y capital riesgo de la Junta de Andalucía, donde se ha hecho todo "con luz, taquígrafos y la mayor transparencia", al tiempo que ha aludido a "una lucha entre partidos políticos en donde no tengo nada que ver".
Tomás Pérez Sauquillo ha comparecido este lunes durante siete horas ante el juez de Instrucción número 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, que le imputa sendos delitos de malversación de caudales públicos, falsedad y tráfico de influencias en relación a la gestión de la empresa Ferias Internacionales Virtuales de Andalucía S.L. (FIVA).
Al término de su declaración, han atendido a los medios tanto el propio imputado como su abogado defensor, Francisco del Pino, quien ha destacado que "tanto Invercaria, como IDEA y la Junta han tenido el honor y la suerte de que una persona como Pérez-Sauquillo haya dirigido Invercaria", aseverando que "el destino del dinero ha sido completamente legal". "No ha habido ningún tipo de irregularidad", ha subrayado.
De su lado, el expresidente de Invercaria ha defendido en declaraciones a los periodistas que "no es nada político" y ha dicho desconocer "cuál es la razón que ha motivado montar este lío". "No sé quién ha montado este lío, pero supone una lucha entre partidos políticos en donde no tengo nada que ver"; "no soy político, esto me viene grande como persona a la que han implicado en una lucha política que no es la mía", ha afirmado.
"El 'y tu más' no va conmigo", ha puesto de manifiesto, para a continuación señalar que "nadie que haya trabajado conmigo, ninguna empresa que se haya acercado a Invercaria", podrá decir que se le ha puesto algún condicionante, por ejemplo, ideológico. "Jamás, no hubiera consentido jamás que alguien me cuestionara por esas vías, no lo he consentido en mis 36 años como profesional" y menos "en mi última etapa".
Tras insistir en que no hubiera consentido "jamás" cualquier cosa "que no me pareciera bien", Pérez-Sauquillo se ha referido a las empresas que conformaban FIVA, que "eran las que consideramos más útiles para el proyecto tal y como estaba diseñado y pensado", citando en este sentido a la empresa malagueña Novasoft, que se encargó del software. "Me pareció que era una magnífica empresa, la correcta para diseñar un proyecto tan ambicioso como FIVA; que se haya hecho mejor o peor...", ha indicado.
Al hilo de ello, Pérez-Sauquillo, que presidió Invercaria entre 2005 y 2010, ha ejemplificado que, "cuando uno tiene un solar y empieza a construir, elige al mejor arquitecto y constructora, y con eso cree que ha cumplido más que sobradamente", por lo que "cuando tu forma de trabajar es siempre elegir al mejor, si sale mal uno siempre tiene la conciencia limpia y tranquila".
Ha añadido que "se eligió al que creímos que, en ese momento, era el mejor", algo que fue "consensuado" con la Consejería de Innovación y "aprobado" por el Consejo Rector de IDEA, "al que no pertenezco y que decidía cualquier inversión superior a 450.000 euros".
"Me arrepiento de muchísimas cosas, pero no de haber obrado siempre con la conciencia limpia", ha concluido, para a continuación lanzar un mensaje críptico y señalar que no se jubiló a los 65 años para trabajar en el proyecto de "su vida", un proyecto que "está en el cajón de tres secretarías de Estado". "Nadie me ha llamado para ver qué posibilidades tiene un proyecto que puede crear cientos de miles de puestos de trabajo", ha finalizado.