El encendido de casi un millón de puntos de luz, afortunadamente de vuelta al diseño tradicional tras la mala acogida del experimento del pasado año, inaugurará oficialmente mañana por la noche la Feria del Caballo 2013 y volverá a concentrar la actividad de miles de jerezanos durante toda la semana en el recinto ferial del Parque González Hontoria. De nuevo, ni la de Jerez ni el resto de ferias que se han celebrado hasta ahora han conseguido quitarse la coletilla de la crisis y, por eso, de cara a esta edición, el Ayuntamiento ha anunciado precios más económicos para los cacharritos durante dos jornadas, la habitual del miércoles y la del domingo, como se hizo en 2012, una rebaja que también llegará a las casetas el domingo, después de que un centenar ya hayan confirmado que se sumarán a esta propuesta.
Si bien en la presentación la alcaldesa, María José García-Pelayo, ya habló del “esfuerzo” que harán los caseteros especialmente para el último día, en el afán del Consistorio de recuperar esta jornada, la idea de las peñas, asociaciones y hosteleros que explotarán las casetas pasa por seguir esta línea desde prácticamente este fin de semana. No hay que olvidar que aunque la inauguración oficial será el lunes, la extraoficial empezó este mismo viernes al coincidir la víspera de una de las fiestas más esperadas del año con la celebración del Gran Premio de España de Moticiclismo.
La Asociación Unión de Caseteros de Jerez representa aproximadamente al 40% de las casetas del Real, y le consta que en un buen número de ellas serán sensibles a la delicada coyuntura económica en la que otro año más volverá a enmarcarse la cita en el González Hontoria. “La tónica general es que la Feria sea un poco más barata que el pasado año”, señala Juan González, representante de la asociación. Son escépticos en cuanto a la remontada del último domingo tradicionalmente dedicado a las familias y los visitantes. “Antes venía mucha gente de fuera, pero ahora en todos los pueblos y los sitios tienen sus ferias, y ya no tiene nada que ver con antes”.
Tienen claro que pese a que los gastos con los que tiene que acarrear el que se decida a montar una caseta “son los mismos” e incluso más altos (luz, agua, fontanería, impuestos, etc), a la hora de fijar precios “hay que bajarlos porque sino nos la cargamos (por la Feria) porque la gente no puede más”, apunta. De hecho, detrás de estas circunstancias, está la proliferación de menús especiales en las casetas de Feria que ya se difunden en muchas redes sociales, en las que los comensales pueden elegir entre distintas opciones que pueden ir de los 18 (Tortillas, pimientos fritos, gambas blancas, queso puro de oveja, guiso del día y frito variado) euros a los 25 por persona (Jamón Ibérico, queso manchego curado, tortilla de patatas, chocos, croquetas de espinacas y taquitos de jamón, capirote de hojaldre relleno de langostinos y guiso con bebidas libres durante la comida (fino, cerveza, rebujito, refresco) y en algunos casos hasta alguna copa, algo impensable años atrás, o de los 30 en adelante, en función de otros platos aún más elaborados al gusto del interesado.
“integrar a los jóvenes”
Teniendo en cuenta que en los últimos años se han llegado a ver hasta degustaciones gratuitas de paellas y guisos en varias casetas, otra de las propuestas anticrisis, iniciativas como la del Circulo de Labradores, que ofertará montaditos a un euro viernes y sábado a partir de las doce de la noche mientras que las copas largas costarán 2.50 euros, resultan casi obligadas. Y es que además de ofrecer precios económicos, de este modo buscan “cazar” a la gente joven para evitar que se vayan a hacer botellón.
Por cierto, este año el Ayuntamiento no repite experiencia y no habilitará el botellón en La Rosaleda. “La gente joven tiene que estar aquí en la Feria, en el paseo principal y no sólo en las zonas de la movida, son nuestros sucesores”, señalan desde la asociación de caseteros, que cree que el pasado año “se controló bastante” el tema del botellón en el recinto ferial. Para González, lo más importante es que la gente “pueda disfrutar de la Feria”, ya sea con menús o con precios asequibles. De otra forma, lo ve “imposible”. Como señala el representante del colectivo de caseteros, este año en muchas casetas van a poner las media botella hasta a 4 euros frente a los seis euros de otros años, habrá más jarras de rebujitos a 7 u 8 euros frente a los 10 ó 12 que también se llega a pagar. Además, también hay casetas como La Redención que ofertarán dos macetas de rebujito por 6,5 euros, y otras como Los Gallos que han instaurado la denominada “hora feliz” con precios especiales. Pero no solo se trata de la oferta gastronómica, a este colectivo le consta también que los grupos rocieros y flamencos bajarán su caché para esta feria tras concienciarse de que no les queda otra si quieren tener posibilidades para ser contratados.
Otra nota positiva es que, por segundo año consecutivo, los jerezanos que se desplacen al Real en el servicio especial de autobús podrán hacerlo con el billete tipo de 1,10 euros (hasta hace dos años había que expedir uno especial de 1,30) y beneficiarse de los descuentos habituales (pensionistas, estudiantes, etc.). Tras las inauguraciones de los socios de anoche en un intenso fin de semana de preferia, ahora viene lo mejor.
Habrá un servicio para localizar niños perdidos
El Ayuntamiento y Vodafone presentaron el pasado viernes el servicio de localización de niños perdidos en el recinto ferial del González Hontoria y una aplicación móvil que, en colaboración con S.dos y Tree Comunicación, pondrán en marcha para esta nueva edición de la Feria del Caballo. La primera iniciativa denominada Peter Pan, consiste en un servicio pionero de localización de niños perdidosa través de un sistema de provisión de información basado en códigos QR (Bidis) que permitirá dar con el paradero de los niños que se pierdan. Dicho código irá en la chapa que los pequeños podrán portar de forma voluntaria si sus padres acuden al punto de información turística ubicado en la portada principal de la Feria, donde podrán recogerlo de 12 a 18 horas. A través de estas chapas identificativas, que podrán retirarse de forma gratuita, se registrará información de contacto de los tutores de niños para que en caso de que sea necesario pueda accederse a la misma mediante su lectura con un dispositivo adecuado. Por otra parte, el Ayuntamiento y Vodafone ponen en marcha la aplicación móvil de Feria, una aplicación en Android que ofrece al ciudadano y visitante toda la información práctica sobre el evento: visualización del mapa de las casetas y localización de estas, eventos del Ayuntamiento y predicciones meteorológicas.
Entre 700 y 800 euros por trabajar toda la Feria de camarero
Cada vez son más las familias al completo que se deciden a explotar una caseta. Todo queda en casa, y los ingresos que obtengan serán para todos, lo que les exime de la responsabilidad de tener que cumplir un salario pactado con un trabajador si luego las cosas no van bien. Y es que desgraciadamente con la crisis muchos consideran esta cita como una oportunidad de oro para obtener no ya unos ingresos extras sino el sustento del mes, sobre todo si en ese hogar están todos parados.
Sin embargo, al haber caído el consumo también la Feria se paga más bajo que hace cinco años. Según las consultas realizadas por este medio, en muchos casos se hace por hora, a razón de 10 euros la hora, y en otros, la mayoría, se acuerda una cantidad que va de los 700 u 800 por Feria de lunes a domingo, una cuantía que poco tiene que ver con los más de 1.000 que por lo general se solía ingresar antes.
Pese a todo, esto no ha alertargado la demanda laboral, todo lo contrario con más de 37.000 euros, las ofertas para trabajar como guarda de la caseta durante las noches, montaje y camarero han ido a más. Eso sí, la experiencia, sobre todo en el caso de los que trabajan como camareros no es precisamente halagüeña, pero claro, la mayoría repetiría si no tuviera más remedio. “Trabajar en Feria hoy en día no está pagado, lo recuerdo como una de mis peores experiencias, a lo mejor si hubiera estado en una caseta familiar hubiera sido diferente, pero en mi caso estuve en una de las más grandes y confluidas del Real y ni siquiera tenía tiempo para comer. Fue horroroso”, comenta Sonia, que afortunadamente este año podrá disfrutarla al otro lado de la barra. Ella, como otros tantos jerezanos, se lo han ganado.