Después del sofocón que han supuesto para la provincia los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), especialmente alarmantes porque se ha sobrapasado la barrera del 40% de parados, nos llama poderosamente la atención la facilidad con que en Jaén se pasa página y esto viene ocurriendo con la misma frecuencia con la que aparecen los registros oficiales, ya sean la EPA o el paro registrado que se conoce en los primeros días de cada mes. Para que los que no conocen nuestra sangrante realidad recordaremos que la media nacional de paro es del 27,16% que ya a todo el mundo le parece escandalosa. Pues bien, en Jaén ya vamos por el 40,85% y la tendencia sigue siendo al alza, estamos a más de 13 puntos de distancia del desempleo en el país y con unas expectativas muy poco esperanzadoras por la sencilla razón de que aquí nadie se mueve, no ha habido una reacción más allá de las palabras y de las valoraciones, que suelen ser repetitivas por parte de los políticos y de los agentes sociales y económicos, nadie parece sentirse especialmente afectado como para salirse del guión y provocar una reacción de alerta, no nos extraña que en estas circunstancias aparezca de nuevo un movimiento como el de la llamada asamblea ciudadana, seguramente más consciente de que con la gravedad de las cifras lo raro es que en Jaén no exista un estallido social que sea capaz de utilizar los argumentos para zarandear a los poderes públicos, desde el Gobierno de Rajoy para abajo, todos y de todos los colores, insensibles e incapaces para sacarnos de este abismo y esta indignación.
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