La incidencia de la pobreza en Andalucía, es decir, el porcentaje de personas bajo el umbral de la pobreza, es del 31,68 por ciento, lo que convierte a la comunidad en la cuarta más pobre después de Canarias, Extremadura, y Castilla-La Mancha. Sin embargo, es la región en la que la intensidad de la pobreza es superior, por lo que sus pobres tienen una diferencia mayor con respecto a la media que en el resto de comunidades autónomas. Además, y en cuanto al número de personas que sufren privaciones en los diferentes indicadores analizados para 2011 --permitirse unas vacaciones, hacer frente a gastos imprevistos o mantener la vivienda con una temperatura adecuada-- los porcentajes de privación en Andalucía son superiores a los que se dan en España.
Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del informe 'Pobreza y privación en Andalucía y España: el impacto de la Gran Recesión', presentado este jueves en Sevilla por Cáritas Regional de Andalucía y elaborado por el Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión en la Comunidad Valenciana, de la Universidad Cardenal Herrera, en colaboración con Cáritas y la Fundación Foessa y cuyos autores son Eduardo Esteve Pérez, Enrique Lluch Fechina y Jesús Pérez Mayo.
Éste último ha destacado la importancia de este informe que "además de medir cuánta gente está bajo el umbral de la pobreza --que en 2011 para un hogar en el que vive una persona es de 7.500 euros al año, y para una familia de cuatro miembros de 15.768-- mide la intensidad, que es la distancia a la que las personas se encuentran de dicho umbral, y que en el caso de Andalucía es de unos 1.000 euros anuales de media".
Además, según Pérez Mayo, "los niños son los más afectados por la incidencia de la crisis", lo que significa que es el colectivo que mayor porcentaje de personas tiene por debajo del umbral de la pobreza, al igual que sucede a nivel nacional, donde más de uno de cada tres niños están en riesgo de pobreza, "un dato importante para el futuro de esta región y de nuestro país, porque si un niño vive en una familia pobre tiene más dificultada para desarrollar sus dificultades", precisa el autor.
Asimismo, destaca que todos los grupos de edad "tienen una intensidad mayor" en Andalucía a la que se da en el caso español, pero "el colectivo que más ha empeorado por la crisis tanto en pobreza como en intensidad es el de los jóvenes, por sus dificultades a lo hora de encontrar trabajo". "Nos encontramos pues con un empeoramiento que se ha dado en todos los segmentos de población exceptuando los mayores". No obstante, Pérez Mayo precisa que aunque antes los mayores de 65 años "presentaban mayores tasas de pobreza y ahora han mejorado, se trata de una mejora ficticia, ya que ellos mejoran porque los demás empeoramos", puesto que "dependen de sus prestaciones y éstas, como mucho, se congelan".
PORCENTAJES DE PRIVACIÓN "SUPERIORES" A LOS ESPAÑOLES
En cuanto a la privación, lo que la gente dice que puede hacer, este informe, en cuya presentación ha participado también el vicepresidente de Cáritas Regional de Andalucía Juan Arredondo Miguel, así como su administrador Francisco Domouso Martínez, indica los porcentajes de privación en Andalucía son "superiores" a los que se dan en España. De este modo, y según indicadores analizados para 2011, destacan la imposibilidad de permitirse unas vacaciones pagadas fuera de casa al menos una vez al año, dato que afecta a la más de la mitad de los ciudadanos andaluces --55,38%-- y el porcentaje de hogares que no pueden hacer frente a los gastos imprevistos, que en Andalucía "está 13 puntos por encima del resto de España --48,01% frente a 35,35%)--.
Igualmente, el 10,52 por ciento de los andaluces no puede mantener la vivienda con una temperatura adecuada en los meses de invierno, o casi una cuarta parte de los hogares andaluces tienen problemas de goteras y humedades, lo que supone un porcentaje que supera en un 50 por ciento al que se da a nivel nacional --23,45% ante 15,61%--. Además, el 16,83 por ciento de lo hogares llegan a fin de mes con mucha dificultad. Cabe resaltar cómo la privación de los bienes duraderos "es muy reducida", especialmente para la lavadora, el teléfono y la televisión, que se han convertido en bienes de acceso prácticamente universal en la sociedad española y en Andalucía, con porcentajes de privación inferiores al uno por ciento.
Por colectivos, los "más afectados" por la privación son los jóvenes y los niños, mientras que los porcentajes de privación en los mayores son inferiores a la media en la mayoría de la variables estudiadas.