El cielo jugó al despiste pero dio su permiso al Lunes Santo

Publicado: 25/03/2013
Las cuatro hermandades, El Perdón, El Cautivo, Tres Caídas y El Calvario, pudieron cumplir con su estación de penitencia
Como ya ocurriera en la jornada del Domingo de Ramos, el Lunes Santo también estuvo marcado, en su inicio, por el juego al despiste del cielo onubense, que, al final, acabó dando su permiso, para que las cuatro hermandades de este lunes cofrade se lucieran por las calles de Huelva. La lluvia, leve pero molesta, se presentó poco antes de las tres y media, lo que obligó a El Perdón a pedir una hora de moratoria que se convirtió en una hora. El Cautivo tiró de valentía y decidió ponerse en la calle apenas 20 minutos después de su horario inicial, rozando las 16.20. Y Tres Caídas, a la que soprendieron leves gotas justo antes de la salida, se puso a andar diez minutos más tarde. El Calvario fue el único a la que el cielo le permitió cumplir con la agenda prevista.

El Perdón
La Orden se transforma cuando llega el Lunes Santo, y la sobriedad de su paso toma las calles del populoso barrio onubense. Minutos antes del horario de salida, la lluvia se unió a la fiesta, lo que obligó a su junta de gobierno a pedir una moratoria de 30 minutos. Tirando de prudencia, finalmente decidieron salir una hora más tarde, y a las cuatro y media las puertas de la Parroquia de Santa Teresa de Jesús se abrieron para dejar paso al sentir cofrade de la Hermandad del Perdón. Había que aligerar. La Carrera Oficial esperaba. En la calle, Jesús muerto en la cruz con las cinco llagas, y junto a él, la Virgen María y el discípulo amado San Juan Evangelista. La Agrupación Musical ‘Lignum Crucis’ de Huelva dio un perfecto acompañamiento musical al recorrido.

El Cautivo
De la prudencia de El Perdón a la valentía de El Cautivo. La hermandad, pese a que el cielo no daba señales de claridad, sólo retrasó unos veinte minutos su salida. Así, sobre las 16.20 horas el Cristo Cautivo asomaba por la Capilla que lleva su nombre y recibió el cariño y las plegarias de La Hispanidad. Tras él, María Santísima Madre de la Misericordia. La Hispanidad estaba en la calle dando brillo a un día gris que fue abriéndose en el Lunes Santo onubense. La Banda de Cornetas y Tambores ‘Virgen de la Salud acompañó al paso del Señor, y la Banda de Música de Villalba del Alcor hizo lo propio con la Virgen.

Tres Caídas
El Polvorín era un hervidero de personas, agolpadas en torno a la Parroquia del Corazón de Jesús para dar la bienvenida a una de las hermandades más esperadas y populosa del Martes Santo en su procesionar por las calles de Huelva. A las 16.55 horas asomaba por su pórtico la Cruz de Guía de Las Tres Caídas. Quince minutos más tarde llegaba el momento más esperado, Nuestro Padre Jesús  de las Penas en sus Tres Caídas se echaba a la calle para disfrute de todos los presentes, que se fundieron en un sonoro aplauso que acompañó al titular hasta que se perdió por Federico Molina.

La imagen de Jesús de las Penas es obra de Antonio León Ortega de 1945. La imagen de la Verónica es obra del mismo autor (1953), mientras que Simón Cirineo y el soldado romano son obra de José Vázquez (1944) y Lourdes Hernández (1999), respectivamente.

Por su parte, el paso de palio, presidido por la imagen de María Santísima del Amor -también obra de León Ortega-, hizo su aparición unos quince minutos antes de las 18.00 horas. Durante todo su recorrido estuvo acompañada por la Banda de Nuestra Señora del Rosario de la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor.

Como nota curiosa de esta hermandad, que vivió su momento de máximo esplendor en la cuesta que lleva su nombre -también conocida como Vía Paisajista-, apuntar que tiene en su nómina de costaleros y un conocido político onubense, el concejal de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Huelva, Manuel Remesal, que, como uno más, esperaba en el interior del templo la salida de su hermandad.

El Calvario
La última en salir el Lunes Santo fue la Hermandad de El Calvario, que inició su estación de penitencia desde el Templo de Jesús del Calvario con la solemnidad y sobriedad que caracteriza a esta hermandad. Si el año pasado tuvo que alterar y acortar su paso por Carrera Oficial y regresar al templo por la presencia de la lluvia, este año la hermandad pudo resarcirse y cumplir con el itinerario previsto.

A las 21.00 horas salió de su templo  en pleno centro de la ciudad, arropada por  una multitud de onubenses y con el silencio como protagonista.

Esta hermandad sólo va acompañada por música de capilla, en esta ocasión de la mano de la Asociación Cultural Musical nuestra Madre de la Consolación de Huelva.

La talla de Nuestro Padre Jesús del Calvario es también obra de León Ortega, del año 1973, mientras que la imagen de María Santísima del Rocío y Esperanza es una obra póstuma del imaginero onubense Sebastián Santos Rojas.

La Virgen procesiona con palio bordado en oro, obra de Francisco Carrera Iglesia de 2011. Por su parte, la orfebrería está firmada en su totalidad por Jesús Domínguez Vázquez.

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