El cuerpo de Cristina recibió ayer sepultura en la intimidad familiar mientras su marido y presunto asesino permanece muy grave en el hospital
El cuerpo de Cristina M. R, de 30 años, presuntamente asesinada por su marido el pasado martes en el barrio de Los Pajaritos de Sevilla, fue enterrada en la intimidad familiar en el cementerio sevillano de San Fernando.
Antes del entierro se pudieron escuchar gritos de "asesino" y perro cobarde", y otros insultos dirigidos a su marido,
Pedro C. M, quien, después de cometer el crimen, se arrojó por una ventana y está ingresado muy grave en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
La hermana de la víctima, Francisca, dijo a los periodistas que "mi hermana ha muerto por lo mucho que quería a sus hijos" y que "nunca nos podrán quitar el dolor que nos ha provocado".
Juan José, también hermano de Cristina, dijo que el matrimonio tenía "dos hijos maravillosos" y que su cuñado "no se podía quejar de la familia que tenía" aunque "problemas había como en todos los matrimonios".
"Creemos que Pedro llevaba 'algo dentro del cuerpo' para llegar al nivel de violencia que llegó", afirmó.
Otro hermano, Julio, dijo a los periodistas que su cuñado "lo tenía todo preparado ya que se molestó en dejar a los niños en casa de una vecina".