El consejo de administración de Caja España-Duero (Ceiss) sigue manteniendo la esperanza de conseguir su integración en Unicaja a pesar de que ésta aún no ha dado paso alguno para clarificar el futuro de una entidad que, con 288 millones de euros de agujero patrimonial, está avocada a la nacionalización y a su posterior venta o subasta al mejor postor, unas negociaciones que está llevando a cabo el propio Banco de España, según fuentes de Ceiss.
La entidad ha comunicado a su consejo de administración que “en los próximos días” se decidirá cuál es la vía para su futuro, la integración con Unicaja y la inyección de capital a través del FROB, nacionalización que implicaría que éste se quedara con el 100% de su capital social y que, una vez saneada, decida si la pone en venta o la subasta al mejor postor. Y el futuro de Caja España-Duero será convertirse en fundación, tal y como marca la ley.
El proceso de fusión con Unicaja comenzó a gestarse en marzo de 2011 y, desde entonces, ha tenido numerosos altibajos, la mayoría provocados por el interés de la entidad que preside Braulio Medel en alzarse con una mayor cuota de poder en el banco resultante, hasta el punto de que, tras las primeras reestructuraciones financieras, consiguió alcanzar una proporción del 70/30 a favor de la entidad malagueña.
Sin embargo, las pruebas de estrés y los balances negativos del banco Ceiss provocaron que la entidad entrara en el llamado grupo 2 del sistema financiero español: para recapitalizarse necesitaría la inyección de dinero público. La decisión en diciembre pasado de la Comisión Europea, ratificada por el Banco de España, hizo que Ceiss y Unicaja comunicaran al unísono que quedaba sin efecto su proyecto de fusión, que ya llevaba sufriendo serios retrasos desde septiembre pasado.
Además, la intención de Braulio Medel de que se le inyectara capital público a Ceiss antes de que Unicaja la absorbiera no fue recibida con buenos ojos ni por las entidades europeas ni tampoco por el Banco de España, que ya había apremiado en numerosas ocasiones a la entidad malagueña a que concretara la fusión con Ceiss.
De hecho, hasta el organismo regulador ha sondeado a los grandes bancos para conocer si optarían a hacerse con Ceiss tras su nacionalización y han conseguido un novio más que razonable: Sabadell, experto en compras similares, frente a una más que dubitativa Unicaja.
La posición de Braulio Medel se debilita, más aún cuando las negociaciones sobre el futuro de Ceiss las lleva a cabo el Banco de España, a quien ya le ha fallado en dos fusiones anteriores, CCM y CajaSur, ambas intervenidas.
Caja España-Duero, una fundación
Caja España-Duero se convertirá en una fundación de carácter especial para seguir ejerciendo su obra social en su territorio de actuación, a expensas de los cambios que introduzca la futura ley de cajas y fundaciones en trámite parlamentario.
Así lo ha anunciado hoy en León el presidente de Caja España-Duero, Evaristo del Canto, en el Consejo de Administración de la entidad, convocado con carácter extraordinario y en el que ha informado a los vocales de este órgano del estado de la reestructuración del Banco CEISS, que creó esta caja, según han informado hoy fuentes de Caja España-Duero en nota de prensa.
En lo que respecta al plan de recapitalización del Banco CEISS, el presidente ha informado de que en este momento se encuentran abiertas dos vías para abordar el mismo, la integración con Unicaja y la inyección de capital a través del FROB, recientemente aprobada por la Comisión Europea.
La vía finalmente adoptada se conocerá en los próximos días, según dichas fuentes, que han asegurado que el presidente ha dicho que cualquiera de estas dos vías garantiza un futuro viable para el Banco CEISS.
En este Consejo, el presidente ha informado de la reestructuración del Banco CEISS y su impacto en la participación accionarial de Caja España-Duero, lo que pone de manifiesto la conversión de esta entidad en dicha fundación.
El presidente ha reunido a sus consejeros después de que se haya conocido la valoración negativa de banco CEISS en 288 millones de euros.
A las puertas del Consejo, medio millar de personas, la mayoría trabajadores de la entidad, han recibido a los consejeros con una sonora pitada.