La mujer había presentado una denuncia por malos tratos contra su pareja en verano de 2008, aunque no existía ninguna medida judicial de protección ya que había renunciado a declarar contra él.
El hombre, Pedro C. M, de 28 años, se arrojó por la ventana de la vivienda, ubicada en el populoso barrio de Los Pajaritos de Sevilla, tras cometer presuntamente el crimen, y está ingresado en estado grave en el Hospital de Traumatología del Complejo Hospitalario Virgen del Rocío.
El matrimonio tenía dos hijos, una niña y un niño, de seis y dos años, según dijeron a Efe vecinos de la pareja. Pedro C. M. había trabajado durante varios años en una fábrica, pero recientemente se había quedado en paro, precisaron los vecinos. La mujer tenía una tienda de comestibles en la calle Mirlo, en el mismo barrio de Los Pajaritos en el que residía.
La policía ha abierto una investigación en la que participan agentes de la policía científica y de la judicial, mientras que el forense hará una autopsia al cadáver de la mujer, que presentaba varias heridas de arma blanca. El juez ordenó el levantamiento del cadáver poco antes de las 18.00 horas.
El presunto homicida fue intervenido quirúrgicamente ayer en el hospital sevillano Virgen del Rocío, donde los médicos y facultativos que le atienden le han detectado traumatismos torácico, abdominal y pélvico, además de una rotura del bazo y fracturas costales, de escápula, de tibia y de fémur como consecuencia del impacto protagonizado contra el asfalto tras arrojarse desde un cuarto piso.
Según informaron a Europa Press fuentes hospitalarias, los médicos del área de Traumatología del hospital Virgen del Rocío comenzaron la intervención de urgencia al supuesto autor del crimen a las 19,00 horas, entendiendo que su estado es "grave" y que será destinado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) bajo custodia policial una vez que supere la operación. El sujeto, de cualquier forma, seguía hemodinámicamente estable antes de entrar en quirófano.
El suceso ocurrió sobre las 15.40 horas en la calle Cigüeña de la barriada de Los Pajaritos de Sevilla y el cadáver de la mujer fue hallado en el interior de su vivienda, un cuarto piso, desde el que el hombre se tiró por la ventana.
Fue él el que llamó al 112
Según fuentes del servicio de emergencias 112, sobre las 15.40 horas un hombre llamó informando de que iba a matar a su esposa y de que se iba a tirar por la ventana. Posteriormente, un particular llamó también al 112 para decir que un hombre se había tirado por la ventana.
Aunque la mujer había denunciado al menos en dos ocasiones a su supuesto verdugo por violencia en el ámbito familiar, ella misma renunció ante un juzgado de Violencia sobre la Mujer a declarar contra su posterior verdugo e incluso retiró la petición de orden de alejamiento que inicialmente había cursado, según informaron a Europa Press fuentes judiciales.
Según tales fuentes, la denuncia formalizada por Cristina M. R. contra Pedro C. M. en verano de 2008 incluía una petición de orden de alejamiento contra su esposo a tenor del contenido de la denuncia, malos tratos en el ámbito de esta familia en la que se integraban dos hijos de uno y seis años.
La denuncia fue recogida por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número uno de Sevilla, pero cuando la citada instancia judicial llamó a declarar a Cristina M. R. y ésta se personó ante el juez, renunció a declarar contra su esposo e incluso se retractó de su petición de orden de alejamiento, según fuentes consultadas por Europa Press.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sevilla afirmó ayer que no tiene constancia de que Cristina M. R. pidiera ayuda a los servicios municipales de atención a las mujeres, y ha convocado a una concentración en repulsa por este asesinato.
La administración municipal "anima a todas las mujeres que sufran cualquier tipo de violencia machista" a que acudan a los once Puntos de Información de la Mujer que tiene por los distritos de la ciudad, donde encontrarán ayuda jurídica, social y psicológica.
Se trata de la segunda mujer que muere este año por violencia machista en España, tras el fallecimiento el pasado día 5 en Parla (Madrid) de una ecuatoriana de 26 años, un caso con el que se rompió el periodo más largo sin víctimas de violencia machista de los últimos diez años, ya que no se registraban fallecimientos por este motivo desde el 29 de diciembre de 2008.
Contradicción entre los vecinos
Mientras los vecinos consultados por Efe han indicado que las discusiones entre la pareja eran habituales, derivadas fundamentalmente de los supuestos problemas de alcoholismo del hombre, los consultados por Europe Press, aseguraron ayer que en la vivienda en la que residía este matrimonio no se escuchaba "ninguna discusión" que levantara sospechas en cuanto a malos tratos, señalando que la fallecida, Cristina M. R. era "muy buena persona".
En declaraciones a los periodistas en la propia calle Cigüeña, una de las vecinas relató que se encontraba en su hogar "viendo la televisión cuando" su hija "me dijo que un hombre se había tirado por la ventana y cuando me asomé, lo vi boca abajo en el suelo y parecía que movía un brazo", según su narración. En ese sentido, destacó la "sorpresa" reinante entre el colectivo de vecinos, porque "nunca" escucharon discusiones de este matrimonio. "Se les veía un matrimonio normal", dijo.
"Nos hemos quedado sin palabras, no sabía que sufría malos tratos, porque se les veía una relación normal, pero dentro de casa nunca se sabe... Menos mal que lo niños no estaban dentro de la casa", explicó en alusión a los hijos de uno y seis años que deja Cristina M. R.
Por su parte, otra de las vecinas explicaba consternada que la víctima, de 29 años de edad, era "una muchacha muy buena", opinión que a su lado compartía otro vecino de una vivienda cercana a la que habitaban la víctima y Pedro C. M. Por último, otra de las vecinas explicó que cuando se percató de lo ocurrido, se asomó por la ventana y vio al supuesto autor del crimen yaciendo en el suelo "con las piernas rotas y ensangrentado de cintura para abajo". "Estaba vivo porque a mí me miró", relataba a los periodistas.
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