La Consejería de Salud andaluza, el Consejo Andaluz de Médicos y el Consejo General de Colegios de Enfermeros -la OMC no acepta el acuerdo que sí suscriben sus homólogos en la comunidad- alcanzaron ayer un acuerdo prácticamente definitivo sobre prescripción enfermera en la comunidad, lo que permite asentar la 'pax romana' entre estos organismos y que el proyecto de decreto andaluz encuentre vía libre para su aprobación definitiva, que se prevé se apruebe por el Consejo de Gobierno en el plazo de unos dos a tres meses.
Al hilo de ello, el secretario general de Calidad y Modernización de la Consejería de Salud, José Luis Rocha, valoró en declaraciones a Europa Press la "madurez" de los actores que ayer mismo han sellado este acuerdo a tres bandas, "que respeta básicamente lo acordado en el proyecto de decreto, aunque con algunas modificaciones planteadas desde el sector médico".
En concreto, Rocha explicó que estas modificaciones se refieren, fundamentalmente, a la prescripción por parte de la enfermería de los especialidades farmacéuticas publicitarias (EFP), fármacos que se pueden adquirir en la farmacia sin receta médica y por cualquier usuarios.
En estos casos, aclaró, las partes han acordado que los enfermeros podrán prescribir este tipo de fármacos, aunque previamente habrán de realizar unos cursos de formación y acreditación que llevará a cabo la Consejería de Salud. Según dijo, estos cursos formativos harán especial hincapié en la prescripción atendiendo "al manejo del dolor y no ya tanto al medicamento en sí".
La segunda modificación principal que sufrirá el proyecto de decreto es la relativa al uso protocolizado, entre médicos y enfermeros, de la prescripción de este último colectivo para determinadas patologías. En concreto, esta modificación recoge la "obligatoriedad" de que sea el médico el que imponga el primer tratamiento a seguir por el paciente para, a continuación, ser el enfermero "el que pueda cambiar la dosis del fármacos prescrito por el médico o incluso el mismo medicamento por otro", destacó Rocha.
"Pensamos que esto podrá ocurrir para el tratamiento del dolor posquirúrgico, cuando por ejemplo el enfermero estime oportuno, tras un primer tratamiento instaurado por el médico, cambiar la dosis del fármaco o el mismo medicamento por entender que el paciente se queja aún del dolor y requiere de un analgésico más fuerte", expuso a modo de ejemplo.
Enfermeros
Por su parte, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería, Máximo González jurado, reconoció que al sector "no nos gusta mucho esos cursos y acreditaciones" para poder prescribir EFP, ya que, según argumento, "en la carrera tenemos los mismos créditos en la asignatura de farmacología que los médicos y el doble que los odontólogos".
En cualquier caso, valoró el "gran acuerdo" alcanzado por todas las partes, gracias al cual "ganaremos todos en seguridad jurídica: pacientes, médicos y enfermeros". Además, anunció en declaraciones a Europa Press que ha hablado "personalmente" con la consejera de Salud de Cataluña, Marina Geli, la cual le ha "asegurado" que "si en el plazo de 15 día el Ejecutivo central no modifica la Ley del Medicamento para permitir la prescripción enfermera, el Gobierno catalán sacará un decreto a imagen y semejanza del andaluz".
De hecho, González Jurado recordó que Geli fue la primera consejera del ramo en España que habló de autorizar estas indicaciones, al tiempo que destacó que en el caso catalán "también hay ya consenso entre médicos, enfermeros y administración".
Se eliminan las palabras receta y prescripción
Por su parte, el presidente del Consejo Andaluz de Médicos, Juan José Sánchez Luque, también coincidió en declaraciones a Europa Press en la "voluntad de diálogo" asumida por todas las partes, si bien quiso dejar claro que en el futuro decreto andaluz "no aparecerá la palabra receta enfermera" y que, en su lugar, "se utilizarán términos como documento".
De la misma forma, valoró que tampoco se hablará de prescripción enfermera, "ya que induce a error", y que en su lugar aparecerá "indicación".
Tal y como ya avanzó Europa Press, el proyecto de decreto de prescripción enfermera que prepara la Administración autonómica recoge la obligación de este colectivo profesional de indicar fármacos por principio activo, lo que conlleva que el paciente reciba en la farmacia el medicamento disponible más barato, independientemente de si es una marca o un genérico.
Según el proyecto de Decreto, al la enfermería andaluza sólo podrá autorizar aquellos medicamentos que no estén sujetos a prescripción médica, es decir, aquellos que el usuario puede comprar sin receta en las oficinas de farmacia.
La obligatoriedad de prescribir por principio activo tiene como finalidad principal controlar el gasto en farmacia, una estrategia que la Administración sanitaria andaluza viene empleando en los últimos años y que ya le ha reportado un importante ahorro en las arcas sanitarias.
De hecho, desde finales del año 2001 se ha convertido en una práctica habitual en Andalucía, hasta el punto de que, en la actualidad, el 76,4 por ciento del total de recetas prescritas lo son por principio activo, permitiendo un ahorro al sistema sanitario público andaluz de 245,1 millones de euros.
Capacida competencial
En cuanto a la capacidad competencial que el Gobierno andaluz esgrime a la hora de aprobar un decreto de estas características, atendiendo al hecho de que la norma básica de rango superior, la Ley del Medicamento, por el momento está pendiente de modificación en el Congreso de cara a autorizar precisamente este punto, la Junta de Andalucía se sustenta en la disposición adicional duodécima de esta Ley, "mediante la cual pueden adoptarse medidas que faciliten la labor de los profesionales sanitarios que, conforme a esta Ley, no pueden prescribir medicamentos", según recoge el proyecto de Decreto andaluz.
La norma andaluza, que se prevé se apruebe la próxima primavera, beneficiará a unos 30.000 enfermeros que trabajan en el sistema sanitario público andaluz.