Las reacciones no se han hecho esperar. Después de que Viva Huelva diera a conocer en exclusiva que, del orden de unos 50 camiones diarios, que van llegando cada “20-30 minutos” aproximadamente, descargan en una arqueta del barrio del Matadero de la capital onubense los residuos industriales que genera la planta de extracción de hidrocarburos que Repsol-YPF, bajo el nombre de Proyecto Poseidón, tiene en el núcleo urbano de Mazagón (tal y como refleja la denuncia que la Mesa de la Ría de Huelva presentó ante el Seprona el pasado 18 de diciembre), la compañía quiere señalar al respecto que "ese vertido está autorizado por el Ayuntamiento de Huelva y consiste en agua marina procedente de los yacimientos de Repsol en aguas de Huelva, donde se extrae gas desde 1997. Por tanto, es agua marina de origen geológico, inocua y sin hidrocarburos. Se realizan análisis periódicos de estas aguas para garantizar su inocuidad medioambiental y se envían mensualmente a Aguas de Huelva para su supervisión".
Asimismo, Repsol incide en que "las aguas se vierten en este pozo de registro de la red del alcantarillado precisamente para que sea tratada en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Huelva, que se encuentra aguas abajo. El punto de vertido fue acordado con el Ayuntamiento de Huelva y todo el proceso está avalado por informes técnicos".
Por último, añade que la compañía "firmó a principios de 2012 un contrato con el EDAR de Huelva para el uso de esta instalación y paga por el servicio. El Seprona dispone de ese contrato y de los resultados de los análisis de las aguas", concluye.
