El pintor y grabador jienense Miguel Viribay Abad pronunció ayer su discurso de ingreso en el Instituto de Estudios Jienenses (IEJ) de la Diputación, del que es consejero numerario desde 1972, y eligió la figura de Cristóbal Ruiz, su obra y su tiempo (1881-1962) para acercar a sus paisanos a quien se le considera el pintor desconocido. “Se cumple más de un siglo y dos decenios de su nacimiento y estamos ya, exactamente, a medio siglo de su fallecimiento, sin que ni siquiera sus paisanos sepamos aún quién es ni lo que significa su obra en la historia del arte español del último siglo”, dijo.
Extremadamente culto, activista republicano y exiliado en Puerto Rico desde el año 1938, el jienense Cristóbal Ruiz, natural de Villacarrillo, plasmó como nadie la actitud espiritual de los escritores del 98 en sus versiones del paisaje español. Este pintor de tonalidades suaves, luminosidad y armonías, siempre a caballo entre las generaciones del 98 y el 27, fue presentado por Miguel Viribay como un artista de “enorme valía humana y pictórica, el más desatendido de cuantos pintores jienenses cobraron protagonismo en la primera mitad del siglo XX, pintor distinto y bastante soslayado y no poco distante de la historiografía contemporánea”.
Su obra responde a la “melancolía de lo lejano, de lo irremediablemente lejano que hay en las realidades, es la nota delicada y profunda que suena en todas las obras de Cristóbal Ruiz”, destacó Viribay.
Lo presentó como un artista “renovador y no rupturista”, recordó su presente y pasado, sus encuentros con pintores como Picasso, al que conoció a su llegada a Madrid en 1897, habló de su regreso a España y también de su etapa como docente en Úbeda, San Fernando, Nueva York y en Puerto Rico.
El discurso de contestación lo realizó el director del IEJ, Pedro Galera, que asemejó a Cristóbal Ruiz con Miguel Viribay, pues con éste último “comparte la nobleza de la pintura y ha ejercido la enseñanza artística, aparte de actitudes ante la sociedad y la vida misma, sin mencionar el apego y compromiso con esta tierra de Jaén que ha visto nacer a ambos”.
Galera afirmó que Cristóbal Ruiz “no es un pintor de Jaén más, sino uno de los mejores, pero menos conocido, necesitado por lo mismo del estudio minucioso de su vida y de su obra para rescatarlo del olvido. Y esto es lo que ha hecho Miguel Viribay”.
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