Aunque se trata del primer cuatrimestre del conocido como año agrícola, bien podríamos decir que se ha llegado a la mitad del mismo, toda vez que los tres meses veraniegos tienen prácticamente nula incidencia en los pluviómetros y queda, por tanto, el último tramo del invierno (febrero y marzo), la primavera (abril y mayo) y el mes de septiembre, para configurar el balance final.
En todo caso, parece absolutamente claro que, de confirmarse la tendencia y encontrar una primavera igual o similar al otoño-invierno, el 2008-2009 estaría muy por encima de los tres ejercicios anteriores. Aquellos registraron 437,429 y 442 litros, mientras que el actual podría situarse muy cerca de los 500 litros caídos por metro cuadrado. O lo que es lo mismo, no puede ser considerado un año seco, como algunos de los anteriores, sin ir más lejos el 2004-2005 que con 252 litros sigue copando el récord de negatividad de los últimos sesenta ejercicios.
Medias
Para hacernos una idea de la pluviometría que ha registrado el Casino de Baena a lo largo de las primeras 123 jornadas de año agrícola, podemos comparar con el mismo periodo del ejercicio pasado. Ahora han sido un total de 36 días en los que ha llovido, con mayor o menor intensidad. Mientras que el año agrícola pasado, en los cuatro primeros meses sólo registró precipitaciones en apenas una docena de jornadas. Se ha multiplicado por tres, por tanto, el número de días “mojados”. Esa proporción también cabe deducirla del aumento global de precipitaciones. Se ha pasado de los 158 litros a los 250 actuales, con lo que el incremento es de algo más de la tercera parte.
En definitiva, cada jornada de este año agrícola han caído casi dos litros de agua por metro cuadrado. Media interesante aunque parece que en la actual campaña del olivar no ha dejado demasiadas buenas perspectivas en cuanto a la cantidad de aceituna recogida. Es pronto para sacar conclusiones pero los indicios apuntan a una reducción de la cosecha en cifras y porcentajes importantes, aunque habrá que esperar a los números definitivos.
Los números que cantan y mojan especialmente
De los cuatro primeros meses del año agrícola, enero ha sido el que más precipitaciones ha registrado, con el dato de que fue también el que más días llovió. Esas trece jornadas en las que el cielo se acordó de Baena, descargó casi 71 litros por metro cuadrado. Sin embargo, las jornadas de noviembre, menos lluviosas en número, fueron más en intensidad. Se lleva la palma el viernes 28 con 23,5 litros. Es, hasta el momento, la jornada más lluviosa del año agrícola, aunque no le va a la zaga la del viernes 31 de octubre con 21 litros o la del 1 de noviembre, día de Todos los Santos, con casi una veintena de litros.
—GOTA A GOTA—
Si bien esos días la lluvia fue protagonista, cierto es que los cuatro meses se han comportado de forma regular, situándose en torno a una media de 63 litros. Enero la cumple con creces, octubre y noviembre la superan y diciembre se queda algo alejado de ella. Pero sí es destacable la incidencia en un amplio número de días. La lluvia visitó Baena durante 8 jornadas de octubre, las mismos en diciembre, 7 en noviembre y 13 en enero. A la media apuntada en esta página de 2 litros por día (contando todas las jornadas, las 123), se le puede añadir la parcial de cada mes que no varía demasiado. Octubre respondió con 2,03 litros por jornada (de promedio), noviembre se fue a 2,3 litros, diciembre bajó a 1,5 litros y enero a 8. Promediando única y exclusivamente las jornadas lluviosas, octubre registró una media de 7,8 litros por día, noviembre le superó con 9,8; diciembre bajó a 5,95 litros y enero también repartió bastante con 5,4.
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