Los trabajadores de la tienda de Urende en Córdoba, una de las cuatro que le quedan abiertas en toda España a dicha cadena de venta de electrodomésticos, han acordado este martes en asamblea aceptar las condiciones del expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo que pondrá fin definitivamente a su relación laboral con esta sociedad del Grupo Sánchez-Ramade, si bien piden al Juzgado de lo Mercantil número uno de Córdoba, que ya ha decretado la liquidación de Urende, que adelante al próximo 5 de enero el cierre de las tiendas, ya previsto para el día 20 del mismo mes.
Según ha explicado a Europa Press el secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de UGT en Córdoba, Antonio Vacas, de los 29 empleados de Urende en Córdoba han votado en la asamblea 26, ganando por mayoría la opción de quienes aceptaban las condiciones del ERE, pero con la precisión de que el juez que regula el concurso de acreedores de Urende fije para la víspera de Reyes el cierre de Urende, pues, a juicio de los trabajadores, no tendría sentido mantener las tiendas abiertas por más tiempo, una vez concluida la campaña de Navidad.
De hecho, según ha señalado Vacas, "los trabajadores, a pesar de que están muy quemados, en un ejercicio de profesionalidad que les honra están dispuestos a hacer un esfuerzo hasta el último día" de la citada campaña de Navidad, al objeto de que se logren ingresos con los que se puedan afrontar el pago de sus nóminas atrasadas, pues, aunque este mismo martes han cobrado la nómina del pasado mes de noviembre, aún se les debe la paga extra de verano y "los atrasos del convenio desde junio", y quedarán pendientes de cobro la nómina del presente mes de diciembre, la paga extra de Navidad y "la liquidación de los cinco días de enero" que trabajarán.
Al llegar el 5 de enero, lo que esperan los trabajadores de Urende es que "se les entregue la documentación para que puedan acudir al Fogasa a demandar el cobro de las nóminas y todo lo que les deba la empresa y no se les haya abonado", según ha indicado el sindicalista de UGT.
Precisamente, Vacas, después de que el Juzgado de lo Mercantil número uno de Córdoba decretara la liquidación de Urende, a petición de la propia empresa, ya criticó que ésta no hubiera tenido, en su opinión, el mismo nivel de compromiso que los trabajadores para salvar a esta cadena de tiendas de venta de electrodomésticos, propiedad del Grupo Sánchez-Ramade.
En cualquier caso el juez tomó la decisión de liquidar Urende después de que la empresa se declaró el pasado noviembre incapaz de cerrar un acuerdo con sus acreedores, es decir, un año y tres meses después de haber entrado en concurso voluntario de acreedores, lo cual supondrá la completa desaparición de Urende, con el cierre de sus últimas cuatro tiendas, en Córdoba, Jaén, Granada y Ciudad Real, y el despido de sus últimos 110 trabajadores, y ello tras aplicar en febrero pasado un ERE que supuso el despido de casi 600 empleados y el cierre de 18 tiendas en toda España.