Ver, oír, oler, desgustar e incluso tocar. La Navidad ofrece en Andalucía la posibilidad de llevar al máximo nuestros sentidos: observando las miles de luces que dan color a calles y avenidas; escuchando las zambombas flamencas o los villancicos; aspirando el rastro de los hornos repletos de dulces; saboreando unas buenas migas o palpando las figuritas de los belenes que exponen en nuestras plazas. Vivir la Navidad en Andalucía es el mejor regalo, desde la animación de sus ciudades y pueblos al detalle de los belenes, asistiendo a sus espectáculos musicales, comprando en sus mercados navideños, saboreando la amplia oferta gastronómica y perdiéndose en el lento paseo nocturno bajo las luces navideñas.
La alegría andaluza, el festejo de la Navidad, comienza pronto con las calles iluminadas con miles de colores y los escaparates llenos de regalos, adornos navideños y juguetes que reúnen a la gente en calles, comercios, restaurantes y bares. Pase y disfrute de los variados mercados navideños que abren boca para estas fiestas y compre tradición y cultura. Algunos de estos mercadillos de interés son la Feria del Belén de Sevilla, el de la plaza Bib Rambla de Granada, el del Paseo del Parque de Málaga, el Mercadillo de Artesanía de Almería o la Feria de Artesanía de Cádiz.
Otro símbolo importante de la Navidad es el Belén, una representación del nacimiento de Jesús que llena plazas, casas y escaparates, y recorrerlos es ya una tradición para muchas familias en la comunidad. Algunos de los más notables, llenos de detalles, son los que montan asociaciones belenísticas como la de La Roldana, en Sevilla, o la de Jerez, y otros llamativos como el que cada año se hace en Rute (Córdoba) con unos 1.500 kilos de chocolate fundido; el de la Iglesia de Santo Domingo de Úbeda (Jaén) y el del Jardín Botánico de Córdoba.
Sin embargo, quizás los belenes más especiales son los vivientes, representados generalmente por vecinos anónimos que se caracterizan con ropas de la época y escenifican el nacimiento de Jesús, haciendo las delicias del numeroso público que los contempla, como en Arcos de la Frontera, Medina Sidonia, Espera, Ubrique o El Gastor en Cádiz; Beas, Corrales y Galaroza en Huelva; Fontanar en Jaén; Almayate en Málaga; y en Córdoba capital, entre otras localidades.
Música y noches mágicas
Pero la Navidad en Andalucía no es Navidad sin música: en calles, tiendas, teatros y en cualquier rincón suenan los ecos de los villancicos, buena muestra del vínculo entre la música y la Navidad, enraizados en la más pura tradición de la música española, y es frecuente encontrarse en las ciudades de la comunidad a grupos de niños y adultos cantando.
También son típicas de esta época las Zambombas, encuentros que, originariamente, eran reuniones de amigos, vecinos y familiares que se daban cita cada año, en la víspera de la Nochebuena, en los patios y corrales de casas de vecinos. En estas fiestas se formaba un corro alrededor de una hoguera, donde se cantaban y bailaban villancicos de un modo espontáneo mientras se repartía vino, anís y dulces navideños, con la zambomba como elemento fundamental de la velada, aunque todo el mundo participa con algún instrumento. Sevilla y Jerez son algunas de las poblaciones en las que esta tradición tiene más arraigo, aunque Andalucía entera ha cantado a la Navidad, desde los villancicos por verdiales en Málaga, a los campanilleros de Pozoblanco, por lo que se suceden por toda la geografía andaluza conciertos y festivales en estas fechas.
Pero la Navidad está llena de noches mágicas y eventos de todo tipo. La más familiar es, sin duda, la noche de 24 de diciembre, cuando las familias se reúnen para celebrar la cena de Nochebuena y asisten a la Misa del Gallo, una arraigada tradición que lleva a los fieles en familia a iglesias y parroquias para celebrar el nacimiento de Jesús.
No tan familiar pero no por eso menos importante es la noche del 31 de diciembre (Nochevieja), en la que se despide el año viejo y se recibe al viejo, con fiestas entre amigos o cenas y cotillones en restaurantes y locales, aunque quizás lo más llamativo es tomar las uvas de la suerte al compás de las campanadas del reloj en la principal plaza de cada localidad, donde se unen todos los vecinos.
Aunque el evento que cierra la Navidad y el más esperado por niños y no tan niños es el Día de los Reyes Magos, el 6 de enero, cuando las calles de ciudades y pueblos se llenan de Cabalgatas (el día 5 normalmente), especialmente significativas en las capitales y otras singulares como las vivientes de Higuera de la Sierra (Huelva) y Guillena (Sevilla), y la curiosa, sin Reyes Magos pero con niños, del ‘arrastre de latas’ en Algeciras.
Pero hay otros eventos significativos: el Día del Pendón, en Almería; el baile de los Pastores de Velez Rubio; el Desfile de los Campanilleros de Almonaster la Real y el Certamen de Villancicos de Aracena o la Fiesta de las Jachas en Alosno, en Huelva; las Fiestas en honor de San Silvestre en Buesa (Jaén); el Baile de las Ánimas en Hueneja y la Fiesta de la Pascua de La Puebla de Don Fadrique en Granada; la Fiesta de la Danza de los Locos en Fuente Carreteros (Córdoba); la Fiesta de las Hogueritas en El Viso del Alcor (Sevilla); o el Auto sacramental de los Reyes Mayos en Benarrabá (Málaga).
La gastronomía, la otra estrella de nuestra Navidad
La Navidad en Andalucía no se puede entender sin la gastronomía. Y en estas fechas, Estepa bien vale un viaje para conocer con profundidad cómo y dónde se elaboran tantísimos dulces de Navidad. Alfajores, roscos de vino, mantecados, polvorones, pastorcitas, hojaldrados, recubiertos de chocolate, yemas, empiñonados o bolas de coco... un surtido inmenso es posible degustar en algunos de los locales y fábricas que se extienden por la localidad, museo incluido.
Además de los productos gastronómicos, Estepa posee excelentes monumentos, como la solitaria Torre de la Victoria, la fachada de mármoles de la Iglesia del Carmen, el Palacio del Marqués de Cerverales y la zona del Castillo, donde se puede subir a la torre del Homenaje para contemplar algunas de las vistas más extensas del interior de Andalucía.
Hay que recordar también que en Andalucía existen numerosos conventos de clausura, que fabrican con esmero algunos de los más deliciosos dulces que se pueden tomar en estas fiestas. Los dulces navideños que fabrican las monjas en los conventos son auténticas delicias y estas fechas son una excelente oportunidad para probar y adquirir mazapanes, piñonates, almendras garrapiñadas o marquesas.
Roscón de Reyes
Otros de los postres y dulces más representativos de nuestra región son el Roscón de Reyes, típico del 6 de enero, en el que entre la masa se esconde una pequeña sorpresa; los polvorones, una masa hojaldrada con azúcar glass; los mazapanes, con azúcar, almendras y claras de huevo como principales ingredientes; o el turrón, originariamente sólo de miel y almendra pero de los que ahora existe una amplia variedad.
También deben degustarse los pestiños, consistentes enharina, vino de Jerez, ajonjolí y miel, servidos con una copita de anís; el pan de Cádiz, mazapán en crudo tostado alhorno con frutas, yemas y coco; o el resol de café, bebida de Jaén que se hace con agua, café, hierba luisa, canela en rama, cáscara de limón, aguardiente y azúcar.
La oferta gastronómica centra algunos de los eventos que se desarrollan en Andalucía en estas fechas, como la Exposición de Dulces de Conventos de Clausura de Sevilla, la Fiesta del Polvorón de El Gastor (Cádiz); o la Feria del Mosto de Colmenar y la de las Migas de Torrox (Málaga).