El Ayuntamiento de Málaga ha atendido a 3.000 personas y ha recibido un total de seiscientas solicitudes por el temporal del pasado domingo, cuando un tornado con vientos de entre 117 y 180 kilómetros por hora causó numerosos daños y desprendimientos de mobiliario urbano en la ciudad.
El número de personas realojadas desde el lunes ha sido de 35, 33 de las cuales han optado por alojarse en establecimientos hoteleros, mientras que dos lo han hecho en residencias de personas mayores, según informó ayer el Ayuntamiento de Málaga.
En la jornada de ayer se abrió una quinta oficina de atención al ciudadano, situada en la barriada de Cruz de Humilladero de Málaga.
Otro de los servicios que comenzó a funcionar ayer ha sido el de comidas y cenas a familias realojadas en hoteles, al que se han acogido siete grupos.
Asimismo, el organismo desbloqueó la situación del garaje particular de la avenida de Europa, donde había sepultados noventa vehículos de empresa, taxis y particulares.
El Consistorio coordinó al Consorcio de Compensación de Seguros y a la compañía responsable para que un perito evalúe la situación, y también trabaja en la aceleración de los trámites para reparar las cubiertas de los inmuebles afectados por el tornado.
La alerta por nieve continua
Por otra parte, las precipitaciones de nieve o los fuertes vientos mantienen en alerta a un total de quince comunidades autónomas, según los datos facilitados a Efe por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.
Tras conocer la predicción meteorológica, este organismo -dependiente del Ministerio del Interior- ha avisado a ocho comunidades autónomas de que se registrarán precipitaciones de nieve: Asturias, Castilla y León, La Rioja, Navarra, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia y Aragón.
Ante los fuertes vientos en la costa están en alerta las comunidades de Asturias, el País Vasco, Andalucía, Cantabria, Canarias y Melilla.
Además de en esas comunidades costeras, los fuertes vientos afectarán en el interior también a Asturias, Castilla y León, La Rioja, Navarra, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, Aragón, País Vasco, Andalucía, Cantabria, Murcia y Madrid.
Olas sin precedentes
Mientras, según datos difundidos ayer por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el temporal que el pasado sábado 24 de enero puso en alerta roja a gran parte de la cornisa cantábrica provocó en el mar olas de hasta 26 metros de altura, una magnitud de la que hasta no se tenía registros en las costas españolas.
En concreto, la boya "Augusto González de Linares", fondeada 22 millas al norte de Santander, midió en la
madrugada del viernes al sábado dos olas que el propio IEO califica de "enormes": una de 26,13 metros y otra de 24,65 metros, unas alturas equivalentes a la de un edificio de entre siete y ocho plantas.
Las olas tuvieron tal magnitud que arrancaron los anclajes de la boya y ésta quedó a la deriva, hasta que el miércoles de la semana pasada fue recuperada diez millas al norte de San Sebastián.
Los datos de esta boya son transmitidos regularmente a varios organismos internacionales para su utilización en modelos oceanográficos y meteorológicos y, en parte, están disponibles al público en general en internet (www.boya_agl.st.ieo.es)
Desde su colocación, el 27 de junio de 2007, la boya "Agusto González de Linares" ha registrado olas que han batido todos los récords históricos obtenidos por la red de boyas de Puertos del Estado, que está en funcionamiento desde 1996.
Hasta la fecha, sus mayores registros correspondían "a los temporales de excepcional intensidad que han azotado la costa norte y gallega de la Península durante los otoños/inviernos de los años 2007-2008 y 2008-2009", indica el IEO, en una nota de prensa.
El temporal del pasado día 24 no sólo batió el récord de altura de una ola en la costa española, sino también el registro histórico de "olas significantes", un parámetro oceanográfico que se obtiene de la media del tercio de las olas más altas registradas durante un periodo concreto, generalmente media hora. El anterior récord de ola significante fue obtenido por esta misma boya el 11 de marzo de 2008 y arrojó una altura de 12,54 metros. Ese mismo día, la ola máxima fue de 19,77 metros.
En la madrugada del viernes 23 al sábado 24 de enero de 2009, la ola significante fue de 14,88 metros y la ola máxima, de 26,23. Ese oleaje se produjo en unas condiciones meteorológicas de 980 milibares de presión atmosférica y vientos sostenidos de 84 kilómetros por hora.