La quema simbólica de las 35 peonadas necesarias para acceder al subsidio agrario puso ayer fin a las tres jornadas de marcha recorridas por las jornaleras andaluzas, quienes llegaron ayer a la Subdelegación del Gobierno en Sevilla.
La Plaza de España de la capital hispalense ha sido el escenario donde varios centenares de mujeres han rechazado las peonadas - para que sean sustituidas por otros requisitos-, los desahucios y la deuda que “los trabajadores no han ocasionado”.
Las jornaleras, que no han sido recibidas por la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, han estado acompañadas, como en las jornadas anteriores, por el diputado de IU y alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, y el portavoz del Sindicato Andaluz de los Trabajadores (SAT), Diego Cañamero.
Una representación de la Delegación del Gobierno ha salido al encuentro de las mujeres y ha mantenido una breve conversación con Gordillo y Cañamero en la que, según esta representación, “la Delegación ha escuchado las reivindicaciones de las mujeres”.
La coordinadora de la Marcha de mujeres por la dignidad, María García, ha señalado que en la jornada de ayer “ha habido muchas más mujeres que en los días anteriores”. Las mujeres han pasado la noche en un pabellón de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), en Sevilla, donde, según García, “los profesores y el vicerrector han apoyado la marcha y han pedido a la Delegación del Gobierno que retirara a la policía que se había desplazado hasta el recinto”.
“Somos un grupo de mujeres que no estábamos causando ningún problema y la universidad ha decidido ponerle el nombre Pabellón de las mujeres trabajadoras al recinto donde hemos dormido”, señaló. Las jornaleras han formado un círculo frente a la Subdelegación y han quemado papeles que simbolizaban las 35 peonadas necesarias para acceder al subsidio agrario. Además, han pronunciado un discurso en el que han reivindicado su causa.
