El gran Teatro Falla fue el escenario de la apertura oficial de la Cumbre Iberoamericana. Un escenario sin igual para un evento sin precedentes en Cádiz.
Pasadas las siete y media de la tarde, Su Majestad el Rey Juan Carlos I daba por inaugurada una cita catalogada como la clave para el futuro de las relaciones entre los países de la comunidad latinoamericana. Especialmente en lo que compete a España y Portugal, según el presidente del Ejecutivo español Mariano Rajoy.
El secretario general iberoamericana, Enrique Iglesias, destacó el simbolismo de celebrar esta reunión en Cádiz, donde doscientos años atrás se promulgaban valores como libertad, democracia y soberanía nacional.
El acto finalizaba con una proyección en la que se han mostrado imágenes de Cádiz, intercaladas con las de otras ciudades iberoamericanas. La suite Sevilla, interpretada por el Ballet Nacional de Danza ponía el colofón a la inauguración de un encuentro histórico que volvía a situar a Cádiz en el epicentro de Iberoamérica.
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