La crisis y la difícil situación económica hace que afloren prácticas desaparecidas hace décadas en la sociedad. Primero fueron los hurtos dentro de los coches, luego la venta ambulante por las calles de productos alimenticios y, ahora, Comercio Jaén ha detectado que cada vez más proliferan vendedores ilegales de productos comerciales puerta a puerta, es decir a domicilio.
Vuelven los tiempos de ‘Avón llama a su puerta’ aunque sin ningún tipo de control legal. Según explica el secretario general de la Federación Empresarial Jienense de Comercio y Servicios (Comercio Jaén), Bruno García, las prácticas ilegales en la venta ambulante se están diversificando. Ahora han detectado personas que venden, sobre todo joyas, bisutería y artículos de belleza y peluquería, a domicilio. LLaman a la puerta y muestran un variado número de artículos a precios de ganga. Bruno García lamenta este tipo de prácticas, que no hacen más que hundir al pequeño y mediano comercio, que cada vez lo está pasando peor, sin que desde la administración se pongan medidas efectivas para evitar este tipo de competencia desleal.
En este sentido insiste en el alto número de inspecciones realizadas durante las rebajas, desproporcionadas a su parecer si se compara la estadística con provincias como la de Sevilla. Bruno García asegura que no se trata de no hacer cumplir la ley, pero cree que debería ponerse el mismo celo en perseguir todas las prácticas ilegales que perjudican a los comerciantes.
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