Unicaja no recupera sus niveles de solvencia después de que las pruebas de estrés a las entidades financieras cifraran en 1.269 millones las pérdidas que la entidad malagueña tendría que absorber de CajaEspaña-Duero (Ceiss) para llevar a cabo con éxito la fusión. Así lo pone de manifiesto el hecho de que la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings haya decidido mantener el rating de BBB- a la deuda a largo plazo de Unicaja Banco SAU, así como el F3 para la de corto plazo y la bbb- para el rating de viabilidad, con perspectiva negativa.
Según señala Fitch en su informe, consultado por Europa Press, el mantenimiento de la perspectiva a la baja se debe al proceso de integración que está realizando con Caja España-Duero (Ceiss), que cuenta con una mayor exposición al sector inmobiliario.
Fitch apunta que el rating para la deuda a largo plazo se basa en su fortaleza financiera intrínseca, así mismo el rating de viabilidad se basa en su sólida presencia regional, en su robusto capital, a una aceptable rentabilidad operativa, a una buena cobertura de las exposiciones inmobiliarias -que además el grado de exposición a éstas es menor que la media-, y a una gestión proactiva.
Asimismo, señala que el perfil de riesgo en Unicaja de las actividades de préstamo es moderada y bien diversificada. Además, apunta que la exposición inmobiliaria de Unicaja aunque es significativa es menor que en otras entidades.
La agencia de calificación señala que el rating de viabilidad y el rating a largo plazo son sensibles a una recesión aún más prolongada y profunda en España.
Esta calificación se mantiene después de que el propio Braulio Medel, presidente de Unicaja, reconociera públicamente que el proyecto de fusión de su entidad con Ceiss había que “redefinirse”, ya que los datos de estrés elaborados por Oliver Wyman ni siquiera salvaban el futuro de Unicaja: aunque su fusión pudiera soportar el escenario más adverso, la entidad de Medel tendrá que absorber 1.269 millones de pérdidas y eso, en el escenario más benevolente.
Según el propio Medel, hay que “redefinir” el proyecto y concretar cómo distribuir las cargas entre acreedores y accionistas, y traspasar los peores activos de la Ceiss al futuro Unicaja Banco. “Todo está en fase de idea, pero no concretado”, decía Medel.
Unicaja cuenta con una línea de crédito de 1.025 millones del FROB mediante emisión de bonos convertibles para hacer frente a la fusión con Ceiss, pero además tiene que absorber de esta entidad 525 millones en participaciones preferentes y 475 millones en bonos convertibles.