El Gobierno local ha recibido este miércoles su primer revés serio en el proceso de concesión administrativa de la gestión del ciclo integral del agua, al verse forzado a prorrogar en 15 días el plazo para la presentación de ofertas. Según explicó el Ejecutivo a través de un comunicado, la decisión debió ser adoptada para atender la demanda de información adicional solicitada por las empresas interesadas.
Se trata de un argumento similar al que se ofreció a la opinión pública el pasado 21 de febrero, cuando se amplió el plazo para la contratación de una entidad que asumiera la gestión de los impuestos municipales una vez roto el acuerdo con Diputación, sin que hasta la fecha se haya producido ninguna novedad al respecto.
De momento, este aplazamiento tiene ya consecuencias negativas para la tesorería municipal, toda vez que los planes del Gobierno local pasaban por ingresar los 80 millones de la concesión administrativa de la gestión del agua a finales de este mes de octubre, algo que ahora no podrá producirse.
Por tanto, la normalización económica del Consistorio dependerá en exclusiva de la recaudación que en estas próximas semanas obtenga Jereyssa gracias fundamentalmente al cobro del segundo pago voluntario del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
La previsión inicial de Jereyssa pasa por recaudar alrededor de 18 millones de euros a lo largo del próximo mes de noviembre, un dinero con el que debería liquidarse a la plantilla municipal, además de afrontar pagos con las concesionarias.
El precedente de Zaragoza no parece alentador
Como ya adelantó este medio la pasada semana, el Ayuntamiento de Zaragoza -gobernado en coalición por PSOE, IU y CHA- también se ha visto obligado a ampliar el plazo de presentación de ofertas en un concurso de características muy similares al promovido por el Gobierno local.
En ese caso concreto, el plazo inicial expiró sin que ninguna empresa hubiera concretado realmente su interés por invertir en la empresa que gestiona el ciclo integral del agua. Detrás de ese aparente falta de interés planeaba la sombra de las dificultades de financiación que arrastran estas compañías a la hora de reunir la suma económica necesaria como para hacerse cargo del servicio, algo que bien podría ocurrir igualmente en el caso que se ha planteado en Jerez.
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