De aquella ilusión de una gran caja andaluza que aglutinara al sector financiero andaluz se ha pasado a un escenario en el que se ha diluido la presencia de Andalucía en una de las principales entidades de nuestro país tras la salida de Antonio Pulido -expresidente de Cajasol y excopresidente de la extinta Banca Cívica- del consejo de administración de CaixaBank y los peligros que acechan a las dos únicas cajas andaluzas que se mantenían más o menos íntegras, Unicaja -en plena integración con CajaEspaña-Duero- y CajaGranada -integrada en BMN Mare Nostrum-, cuyo futuro se antoja bastante incierto tras los informes de JP Morgan que elevan a ratios muy elevadas las necesidades de capital de sus fusiones, hasta el punto de que incluso, en el caso de Unicaja, barajan la ruptura del proceso de integración al requerir unos 2.800 millones de ayudas.
En primer lugar, hablemos de la nula presencia de Andalucía en la toma de decisiones de CaixaBank. Aunque muchos rechazaban que hace tres meses Antonio Pulido se sentara en el consejo de administración de la entidad que fagocitó Banca Cívica tras su nefasta gestión -en conjunción con su compañero de viaje, el navarro Enrique Goñi-, su renuncia a seguir en el sillón de la primera entidad del mercado español, con unos activos de 342.000 millones de euros, elimina la presencia de cualquier referente andaluz en el órgano de máxima decisión de CaixaBank. Los destinos del capital de los ahorradores andaluces que aún confiaban en Cajasol, que mantiene la marca para operar en Andalucía, se decidirán en Cataluña. Y esperemos que no se independice.
Pulido pasará ahora a un puesto ejecutivo, la dirección del grupo inmobiliario de Criteria, el holding empresarial de La Caixa, puesto en el que cobrará una media de medio millón de euros, según las limitaciones de retribuciones que estableció el Gobierno central a principios de agosto. Y esto le beneficia, porque los miembros del consejo de administración, según las mismas normativas, tenían sus sueldos limitados a 100.000 euros y además eran incompatibles con otras percepciones. Pulido, aunque deja huérfana de presencia representativa a Andalucía, sigue ganando con el cambio.
JP Morgan y Unicaja
Pero la decepción gorda no viene de las grandes entidades sino las que las autoridades incluyen en el Grupo 2, las medianas que se mantienen como pueden en las sucesivas tormentas financieras, haciendo lo imposible por superar unas exigencias que cada vez se lo ponen más difícil. Y en este apartado se incluye, además del grupo BNM donde se integra CajaGranada, la entidad que preside Braulio Medel, Unicaja, siempre considerada como la única entidad andaluza que capeaba bien el temporal. Pero ha llegado JP Morgan para echar un jarro de agua no fría sino congelada a las buenas previsiones que tenía la entidad.
Aunque los datos de los test de estrés de la banca realizados por Oliver Wyman no se conocerán oficialmente hasta el día 28 de septiembre, la consultora JP Morgan y el Bank of America ya han anunciado que la banca española necesitará 61.000 millones de euros para resistir al serio deterioro de la economía.
Lo malo de los datos avanzados por las consultoras no es que más de 40.000 millones correspondan a las entidades financieras intervenidas por el Estado, sino que las del Grupo 2 requerirán mucho más de lo que esperaban e incluso, que se podrían poner en peligro los procesos de fusión actuales.
Según los datos recabados por Efe, Unicaja -en pleno proceso de integración con CajaEspaña-Duero- necesitará casi 2.800 millones de euros, mientras que BMN requeriría 7.700 millones según JP Morgan, muy alejados de los 2.100 que calcula Bank of America.
Las nuevas exigencias de capital a las entidades financieras las obliga a reunir esos fondos pero sin acudir al rescate aprobado por la UE para las entidades financieras españolas. Pero JP Morgan va más allá y directamente augura para estas entidades, entre ellas Unicaja, medidas de intervención temprana, reestructuración o resolución ordenada, a elección del FROB, pero “el test de estrés y el análisis de su inviabilidad sugieren la necesidad de llevar a cabo una resolución ordenada.
En el caso de Unicaja, el nuevo escenario de necesidad de capital podría significar la ruptura del proceso de fusión con Caja España-Duero, imposible de afrontar con las ayudas concedidas por el Banco de España, cercanas a los 2.000 millones frente a los 2.700 que requeriría.
Sin fusión
Unicaja tiene concedida una línea de disponibilidad bancaria de hasta 1.025 millones, otros 475 en convertibles contingentes -denominados CoCos, mientras que CajaEspaña-Duero recibió 525 millones del FROB que no se incluyen en el proceso de fusión. El proceso de fusión entre ambas entidades, que apenas se ha movido un pelo desde marzo de este año, podría romperse y Unicaja se quedaría, de nuevo, sola y en una posición muy difícil para afrontar el duro escenario financiero que se presenta ahora.
Similar situación se presenta con BNM Mare Nostrum, en la que se integra CajaGranada, que con unas necesidades de 7.700 millones, de las que 3.290 corresponden al Banco Popular, podría engrosar la lista de las entidades a nacionalizar o intervenir. Y el futuro de la entidad granadina, en el aire.
Este durísimo escenario económico,. más la ausencia de presencia relevante de Andalucía en el panorama financiero español, ponen en evidencia cómo la presencia del sistema financiero andaluz se ha ido diluyendo progresivamente y de una forma alarmante. Ni la isla que parecía ser Unicaja en el proceso de fusiones, integraciones e incluso intervenciones que invadió a las entidades andaluzas hace poco más de dos años parece que se va a salvar.
Con esta realidad financiera, las principales decisiones que afectarán a los impositores andaluces, ya sean ahorradores, pymes, empresas o instituciones públicas, se tomarán, a partir de ahora, muy lejos de Despeñaperros.
288 oficinas menos
El número de oficinas de bancos y cajas de ahorros descendió en Andalucía un 4,5%, hasta registrar a junio de 2012 las 6.055 oficinas, por debajo de las 7.000 sucursales y algo por encima de las 6.000, según datos del Banco de España recogidos por Europa Press, donde se apuntó que bancos y cajas cerraron en la Comunidad en el segundo trimestre 288 sucursales en relación con el mismo período de 2011.
A pesar de dicha bajada, Andalucía es la segunda comunidad con mayor número de sucursales, tras Cataluña, con 6.536 oficinas, y por delante de Madrid (5.089) y Valencia (4.283). Además, en Andalucía había 41 establecimientos financieros de crédito, un 12,7% inferior al segundo trimestre del pasado año.
De esta forma, en Andalucía a junio de 2012 se registraron 6.096 oficinas de entidades financieras, tanto de depósito como establecimientos financieros de crédito, lo que supone un descenso del 4,6% en relación con el mismo período del año pasado. Además existen dos sucursales del Banco de España.
Por provincias, del total de sucursales de bancos y cajas, 1.309 se ubican en Sevilla, 1.167 en Málaga, 714 en Granada, 676 en Cádiz, 615 en Córdoba, 597 en Almería, 578 en Jaén y 399 en Huelva.