A pesar de eso, y en medio de la indignación, de momento, no van a iniciar acciones legales contra el Ayuntamiento, tal como habían amenazado hacer en las últimas manifestaciones realizadas a los medios de comunicación.
El presidente de la Plaza del Caballo, Javier Cantos, criticaba que “nos echen de nuevo de la ciudad porque allí no hay quien duerma. Teníamos ganado mucho con el cierre, y ahora vuelven a abrir para que los moteros puedan hacer lo que quieran”.
Ante esta decisión que consideran “unilateral” de la alcaldesa, el colectivo ha anunciado que no acudirá con toda seguridad a la Mesa de la Motorada que se convocará para el mes de febrero, ya que “nos parece una farsa puesto que no tenemos poder de decisión, sino que tenemos que acatar la decisión dictatorial de la alcaldesa”, concluyó Cantos.
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