El expresidente de Cajasol, Antonio Pulido, parece no conformarse con la dirección general del área inmobiliaria de Criteria, el empresarial de Caixabank, en la que Isidoro Frainé, presidente de la entidad, colocó al copresidente de Banca Cívica tras su absorción por la caja catalana. Ahora presiona para volver al consejo de Deóleo, heredera de Sos Cuétara, de la que Pulido se alejó cuando saltó el escándalo de los hermanos Jesús y Jaime Salazar.
La inclusión de los dos excopresidentes de Banca Cívica, Antonio Pulido y Enrique Goñi, en el consejo de administración de Caixabank y su posterior ubicación en el organigrama de Criteria, al frente del área inmobiliaria y de participaciones industriales, respectivamente, no ha contentado a Pulido, quien, según medios digitales, está movilizando a la entidad catalana para que le permita recuperar un sillón en el consejo de administración de Deóleo tras su normalización con la entrada en el accionariado de Ebro Foods.
La intención de Pulido, según estos medios, ha creado sorpresa e incluso malestar en el seno del grupo aceitero, aún con participación de varias cajas andaluzas y con varios representantes de éstas en el consejo de administración. De hecho, la entrada de Pulido provocaría la salida de Lázaro Cepas (exdirector general de Cajasol) o de Marcos Contreras (vicepresidente de Cajasol), quienes no han sido integrados en el seno de Caixabank.
Pulido renunció por voluntad propia a formar parte del consejo de administración de la antigua Sos Cuétara poco tiempo después de descubrirse las irregularidades de los hermanos Salazar.