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Para transformar socialmente hay que actuar con método

El sentido extremo de democracia y la autodeterminación de los propios afectados eran los principios en los que se basaba su acción.

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En otro texto presentamos al autor de las ideas que seguidamente se detallan. Hablamos de fue Saul Alinsky David. Nació este norteamericano en la ciudad de Chicago el 30 de enero de 1909 y murió  el 12 de junio de 1972, a los 63 años,  en california. Activista en los movimientos en defensa de las comunidades llegó a conclusiones que  ayudan a orientar las actividades en defensa de los derechos civiles. Son conocidas las reglas de tácticas  que publicó en el libro “Rules for Radicals” junto a  Random House en 1971. Es interesante conocer algunas de sus reflexiones en torno a cómo el poder es ejercido o puede ejercerse para cambiar situaciones injustas. De sus reflexiones extrae una serie de consejos que pueden ayudar a ser eficientes en la defensa delos derechos sociales y laborales.

El sentido extremo de democracia y la autodeterminación de los propios afectados eran los principios en los que se basaba su acción.
Alinsky recogió sus experiencias en Reveille for Radical (1964); obra que actualizó en 1971 bajo el título de Rules for Radical. Sus discípulos (Tom Gaudette, Sheldon Trapp , Dom Elmer…) proseguirán dirigiendo las organizaciones comunitarias creadas por Alinsky (IAF, NCO) tras su súbita muerte en 1972.
Independientemente de su difusa ideología (pragmatismo populista) y alianzas o apoyos interclasistas en apariencia contra natura (especialmente con las iglesias y con pequeños industriales filántropos  que subvencionaban su organización), los métodos de Alinsky confirman sobre todo que con voluntad, porfía e imaginación en la acción se pueden conseguir demandas sociales que en la mayoría  de los casos se dan por imposibles. Se debería recuperar de la memoria el ejemplo de las estrategias de Alinsky no sólo para resolver problemas que aún hoy nos conciernen (convivencia multirracial, erradicación de la pobreza), sino como posible resistencia a la tendencia actual que condena en nuestras grandes ciudades a sectores numerosos de población a la agonía de las miserias de la guetarización.

La imaginación y lo risible de las acciones provocaban entre en sus participantes un sentimiento de fiesta (“Una táctica no es buena si la gente no obtiene placer en aplicarla”)  que reforzaba la predisposición a continuar los enfrentamientos. En muchos de estos actos eran las mujeres las protagonistas dada su disponibilidad. Alinsky dirá de ellas: “¡Nosotros contribuimos mas al poder de las mujeres que el Women´s Lib! ¡Las mujeres son una fuerza política real y son con frecuencia más eficaces que los hombres!” Al final, el conflicto de Rochester se saldó con la victoria del gueto negro y la consecución de sus objetivos.

Reglas de la táctica del poder" (recordando a Saul Alinsky)
“ No olvidéis nunca la primera regla de la táctica del poder: el poder no es solamente lo que tenéis, sino también lo que el enemigo cree que tenéis...

Esta es la segunda regla: no salgáis nunca del campo de experiencias de vuestra gente. Cuando, de hecho, una acción o una táctica es completamente ajena a su experiencia, provocáis en ellos confusión, miedo y deseos de marcharse. Esto significa también que la comunicación fracasó....

La tercera regla: salid del campo de experiencias del enemigo cada vez que podáis. Porque es la confusión, el miedo y el abandono lo que queréis provocar en él...

La cuarta regla, es poner al enemigo contra el muro de su propio evangelio. Por ahí lo podéis pillar, porque no podrá seguir respetando sus propias reglas como la Iglesia no puede vivir su cristianismo...

La quinta regla confirma la cuarta: el ridículo es el arma más poderosa que tiene el hombre....

La sexta regla es que una táctica es buena sólo si vuestra gente disfruta aplicándola. Si no se entusiasman es que en esta táctica hay algo que no funciona...

La séptima regla es que una táctica que se prolonga mucho en el tiempo se vuelve aburrida...

La octava regla consiste en mantener la presión, por diferentes tácticas u operaciones, y utilizar en provecho vuestro todos los acontecimientos del momento...
La novena regla es que la amenaza, por lo general, asusta más que la propia acción...

La décima regla: el principio fundamental de una táctica, es hacer que los acontecimientos evolucionen de tal manera que mantengan, sobre la oposición, una presión permanente que provoque su reacción...

La undécima regla es que llevando lo suficientemente lejos una desventaja, ésta se convierte al final en una ventaja...

La duodécima regla es que un ataque sólo puede tener éxito si tenéis preparada una alternativa constructiva...
La regla decimotercera: hay que elegir el blanco, inmovilizarlo, personalizarlo y concentrarse sobre él al máximo”.

Saul Alinsky. "Reglas para Radicales"

Fdo. Rafael Fenoy Rico  Comunicación CGT

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