El Ayuntamiento de Huelva atiende a 1.557 onubenses desde el servicio de ayuda a domicilio

Publicado: 09/08/2012
De ellas, un 77% corresponde a mujeres, frente al 23% de hombres, en valores absolutos, 1.193 frente 364, lo que ratifica la incuestionable feminización de la población destinataria del servicio
El promedio de usuarios registrados, durante el pasado año en el Servicio de Ayuda a Domicilio asciende a 1.557 personas. De ellas, un 77% corresponde a mujeres, frente al 23% de hombres, en valores absolutos, 1.193 frente 364, lo que ratifica la incuestionable feminización de la población destinataria del servicio.

Este hecho, responde básicamente a dos realidades evidentes que se reflejan cada año en los balances: la mayor esperanza de vida en el sector de población femenino y el rol como cuidadora que aún desempeña la mujer, máxime en el sector de mayores. A estas dos razones, se puede añadir una tercera, aunque con menos peso, relativa a la mayor proporción en general de personas del sexo femenino frente al masculino.

Por otro lado, las personas mayores de 65 años conforman el 89,92% de la población atendida, según ha explicado la concejal de Servicios Sociales, Familia y Juventud, Pilar Miranda. Los datos revelan que la mayor parte de los destinatarios del Servicio de Ayuda a Domicilio se encuentran afectados por el proceso de envejecimiento, “con el consiguiente deterioro biológico, psíquico y en ocasiones social, al que se apareja inexorablemente una limitación de la autonomía personal”, ha señalado Pilar Miranda.

Atendiendo a la dimensión fisiológica, padecen problemas óseos, disminución sensorial, problemas genitourinarios, cardiovasculares y falta de percepción visual. En relación a la dimensión psíquica, sufren principalmente deterioros cognitivos y  demencias, mientras que atendiendo a la dimensión social, los problemas más habituales son el aislamiento, debido al cese en la actividad laboral; la disminución de relaciones con grupos de iguales, provocado por mermas en el estado de salud o fallecimientos y el abandono familiar. Situaciones que en general, implican la desvinculación con el entorno, a lo que hay que añadir el debilitamiento de las redes de apoyo natural y la implantación del fenómeno ya conocido como ‘envejecimiento del envejecimiento’, provocando un aumento en el índice de dependencia, condicionando su autonomía y justificando la necesidad del Servicio de Ayuda a Domicilio.

Tras los mayores, con un porcentaje de 9,96, se sitúa el segundo sector de población por orden de representatividad, que incluye a los usuarios con falta de autonomía y dependencia reconocida para el desempeño de actividades diarias, originadas no por el deterioro propio de la edad, sino por enfermedades u otras causas de discapacidad o limitación. A pesar de la enorme distancia existente en términos cuantitativos entre éstos usuarios y el sector de la tercera edad, el año pasado se manifestó un incremento equivalente a 1,39 puntos, mucho menos considerable que el experimentado en 2010 (6,57 puntos). En el tercer grupo de usuarios, con un 0,13% se ubica el sector familia.

En cuanto a la distribución de la población destinataria del Servicio de Ayuda a Domicilio, según grupos de edad, el 90% corresponde a usuarios por encima de los 65 años, aunque las personas situadas en el intervalo de entre 65 y 80, que en 2010 conformaban el 64,86%, sufren una reducción muy notoria al 29,42%, 458 en valores absolutos. Una disminución que revierte en el crecimiento del volumen de las que superan los 80 años, que ascendieron el pasado año a un total de 942 y comportan el 60,5% respecto del total, frente al 25,39% de 2010. Estos resultados no son más que el reflejo del crecimiento progresivo que venimos experimentando en las últimas décadas de la población mayor de 65 y del fenómeno demográfico anteriormente mencionando y conocido como ‘envejecimiento del envejecimiento’, que ha supuesto la duplicación del colectivo de mayores de 80 años en las últimas décadas. A ellos les siguen, con un porcentaje del 6,81%, el sector de población con edades comprendidas entre los 50 y los 65 años; un 2,31% entre los 35 y los 50; un 0,83% los que registran una edad igual o superior a los 18 hasta los 35 años; y finalmente, un 0,13% de los casos se refiere a la población menor de 18 años.

Respecto al estado civil, al finalizar el pasado año, el mayor volumen de usuarios se encontraba entre el grupo de viudos, con una tasa del 45%, seguido del de casados con un 38%, un 14% solteros y un 3% separados.

En cuanto a la distribución geográfica de los usuarios, el Ayuntamiento, para la coordinación de los Servicios Sociales, estructura la ciudad en seis Zonas de Trabajo Social, integradas a su vez por diversas barriadas. En este sentido, las zonas Centro y Polígono San Sebastián, constituyen las más extensas en términos geográficos y también las que concentran el mayor volumen de población atendida. Concretamente, el 55% de los usuarios registrados se encuentran adscritos entre ambas de manera casi igualada, el 27% y 28% respectivamente. El resto de zonas alcanzan unos índices muy equiparados, comprendidos entre 12% de Torrejón y Lazareto, el 11% de La Orden y el 10% de Marismas del Odiel.

Finalmente y respecto a la atención, el 56% de los usuarios la recibe durante cinco días a la semana, mientras que el 21% tiene concentradas sus horas de prestación en dos días a la semana y el 12% reciben la ayuda tres días a la semana. En una proporción mucho más reducida se contemplan frecuencias de seis días con un 5%, siete días con un 4% y finalmente, uno y cuatro días con un 1%.

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