El consejero delegado de IAG, el 'holding resultante de la fusión de Iberia y British Airways, Willie Walsh, ha señalado que el plan de reestructuración de la aerolínea española finalizará a últimos de septiembre, aunque ha matizado que no van a poder evitar que se pierdan empleos.
En un comunicado con motivo del anuncio de los resultados semestrales del grupo, Walsh ha remarcado que los problemas de Iberia son "profundos y estructurales" y el entorno económico refuerza la necesidad de un cambio estructural permanente.
Así, ha apuntado que es "posible" que las medidas de reestructuración contemplen la reducción del tamaño a corto plazo, junto a la remodelación de la red con el fin de alcanzar unos mayores ingresos unitarios y una "reevaluación del negocio".
El grupo pretende de esta forma que la compañía aérea obtenga una base de costes competitiva y un servicio que garantice el "crecimiento rentable" a largo plazo, insistiendo en la "gran diferencia" que existe entre los resultados de British y los de Iberia.
Respecto a la filial de la aerolínea española, Iberia Express, el consejero delegado del grupo ha señalado que opera con una "efectiva" base de costes, a la vez que ha calificado de "excelentes" sus comienzos, destacando que ha sido rentable en su tercer mes de actividad.