El hasta hoy presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Juan Ignacio Zoido, ha tenido hasta ahora "el reinado" más corto en la institución, ya que ha ocupado ese cargo exactamente diez meses, pues fue elegido por unanimidad, tras un acuerdo PP-PSOE, el pasado 24 de septiembre.
El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, será su sustituto, una vez aprobado su nombramiento por el Consejo Territorial de la FEMP de hoy y después de un nuevo acuerdo entre los partidos políticos, por lo que la Federación pasa de estar presidida por un alcalde del sur -Zoido es también alcalde de Sevilla-, a otro del norte.
Al ser miembro de la Junta de Gobierno, De la Serna cumple el requisito establecido por Zoido, que había dicho que su sucesor debería ser un alcalde que estuviera dentro de ese órgano.
La causa que ha alejado a Zoido de la FEMP ha sido su elección como presidente del PP de Andalucía, lo que ocurrió el pasado 14 de julio y con el 96,7 por ciento de los votos del XIII congreso regional.
El anterior presidente, Javier Arenas, comunicó un mes antes que no iba a presentarse a la reelección y enseguida surgió para hacerse cargo del partido en Andalucía el nombre de Zoido, quien anunció que si era elegido dejaría la presidencia de la FEMP.
En junio reconoció que su objetivo no era presidir el PP andaluz, pero apostilló que ello constituía un reto importante, así como "mantener el partido unido, cohesionado" y "preparado para gobernar".
El relevo de Zoido por el alcalde de Santander se produce tras la reciente aprobación por el Gobierno del proyecto de ley de reforma de la Administración local, que clarifica las competencias de los ayuntamientos, potencia las diputaciones, elimina las mancomunidades y suprime el 30% de los concejales y, en definitiva, reduce las estructuras burocráticas y políticas de España.
En los diez meses que ha estado al frente de la FEMP se ha caracterizado por sus intentos de aminorar la crisis económica que asfixia a los Ayuntamientos.
Tras su elección, Zoido, de 54 años, magistrado y político de profesión, señaló como objetivo prioritario conseguir una Ley de Gobierno Local que defina las competencias municipales y dar los pasos necesarios para garantizar una financiación local "justa".
En varias ocasiones, pidió a las comunidades autónomas que contribuyeran a financiar a los ayuntamientos con la participación en sus ingresos.
Defensor de las diputaciones, de las que dijo que son insustituibles y pieza clave para la prestación de muchos servicios públicos para los municipios pequeños, Zoido aseguró que no sobra ningún municipio y sí "muchas mancomunidades".
A su juicio, ha llegado el momento de repensar la cartera de servicios locales, ordenar las competencias y eliminar solapamientos y duplicidades para sanear el sector público.
Durante su mandato ha reiterado que más del 26 por ciento del presupuesto municipal se destina a financiar la prestación de servicios que los poderes locales han asumido, en ausencia de las otras administraciones.
Recientemente, ha destacado de su paso por la Presidencia de la FEMP el plan de pago a proveedores, que ha calificado de "rotundo éxito" y se ha mostrado apenado por "no culminar algunas cosas que había comenzado".
A finales de junio, los ayuntamientos acogidos a ese plan habían abonado 1.715.121 facturas pendientes por un importe global de más de 9.200 millones de euros, de los que se han beneficiado 106.283 proveedores.
Con su elección por el Pleno en septiembre de 2011 y el aval del consenso alcanzado por los partidos en torno a su candidatura, el PP recuperó la Presidencia de la FEMP tras ocho años de mandato socialista.
Zoido encabezó la primera lista unitaria en los 30 años de su historia y desde el principio se mostró convencido de que la Federación no podía ser una herramienta al servicio de los partidos políticos.
Éste no es el primer caso en que un presidente deja su cargo: El alcalde de La Coruña Francisco Vázquez, en su segundo mandato al frente de la Federación, fue designado por el Gobierno embajador ante la Santa Sede, el 10 de febrero de 2006.
Fue sustituido por el alcalde socialista de Palencia, Heliodoro Gallego, que protagonizó otro de los mandatos más breves, 21 meses.
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