La batalla por ganar

Publicado: 04/07/2012
La fragmentación del PSOE sevillano está servida y las opiniones de Borbolla encierran mucho más detrás
Los dos primeros fines de semana del caluroso julio van a marcar un cambio de ciclo sin duda en la política andaluza y también en la de Sevilla en tanto y en cuanto que los socialistas de la capital, la de mayor número de militantes, va a celebrar un congreso provincial en el que todo apunta concurrirán dos candidaturas, la ya anunciada de la Consejera de Presidencia e Igualdad, la trianera Susana Díaz, y la que presumiblemente lidere el alcalde de Alcalá de Guadaíra Antonio Gutiérrez Limones, a tenor de lo que va anunciando el  también alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano. Por cierto, que ambos son los dos únicos socialistas que rigen los destinos de una gran población. El resto de alcaldes socialistas españoles son de poblaciones menores en cuanto a número de habitantes. Sin duda, este singular liderazgo tras la batalla perdida en las municipales del año pasado les ha llevado a sentirse fuertes en su organización. De todas formas, Limones esperará a ver qué ocurre en el congreso del fin de semana almeriense.

El Congreso del PSOE de Sevilla será uno de los rubicones más complicados que tendrá que pasar el secretario general Griñán para consolidar todo su poder orgánico en Andalucía. De momento tiene una pequeña china en su zapato con el llamamiento del ex presidente Rodríguez de la Borbolla a que Susana Díaz no sea candidata e incluso mas allá, que dimita de consejera si pretende serlo porque no se puede estar en dos sitios a la vez, insinuando además unas posibles prácticas irregulares para garantizarse votos con la posibilidad de “contratar” a personas desde las instituciones.

La crítica a Díaz la hace el ex presidente Borbolla también extensiva a Villalobos, quien hasta última hora podría haber optado a la secretaria pero al final se retiro en beneficio de la candidatura de Susana Díaz. La fragmentación del PSOE sevillano está servida y las opiniones de Borbolla encierran mucho más detrás. Sólo hay que repasar las hemerotecas para comprobar lo poco que ha saltado a la primera línea de batalla el expresidente desde que abandonara la política activa tras su paso por la bancada de la oposición en el Ayuntamiento de Sevilla.

La barrera psicológica de los críticos se sitúa en el 30 por ciento de los votos en el congreso del día 14 de julio. El éxito de esta corriente que puede liderar Limones es conseguir superar esa cifra para poder tener una masa crítica de peso en la futura ejecutiva provincial. En los datos que barajan cuentan que Susana Díaz tiene como mínimo el 25 por ciento de apoyos que es el número en lo que cifran los apoyos que vienen de las instituciones Junta de Andalucía y Diputación.

Mucha tela por cortar
Pase lo que pase el día 14 en el congreso provincial aun quedará mucha tela por cortar porque después vendrá la renovación de las agrupaciones y en el fondo ahí es donde empezará a diseñarse, si se tiene un poco de sentido común, toda la estrategia política para recuperar la alcaldía de Sevilla.

Juan Espadas, a pesar de su apoyo a Susana Díaz, no está significándose por ninguna declaración fuera de tono en cuanto a lo orgánico de su partido. El portavoz socialista en el Ayuntamiento es un buen estratega y ha diseñado con el reducido grupo de concejales que tiene en Plaza Nueva, un modelo de oposición constructiva que difiere mucho de la que en su día Zoido hizo para intentar llegar a cualquier precio a la alcaldía. Es una lluvia fina,creíble, no demagógica de bancos rotos y farolas caídas, ni de judialización de la vida pública con fines espúreos que han destrozado el honor de personas para luego acabar archivadas en los juzgados. Una vez escuché a Alfonso Guerra decir que a los corruptos a la cárcel pero que a los que acusaban o insinuaban corrupciones que después no eran más que cortinas de humo también. Si fuera así quizás habría menos judialización de la vida pública. A la política lo que es de la política y a la justicia lo que es de la justicia.

El tiempo está demostrando que no se podían prometer tantas cosas, ni dar tantos abrazos ni decir tanto que si a todo, porque después llega la hora de gobernar y pasa que los de Hernando Colón están cabreados y se sienten engañados, al igual que los de Bami con los gorrillas, que en la puerta se siguen manifestando los empleados municipales y así una larga lista de promesas incumplidas. Hasta 706 según el contador de promesas habilitado por el grupo municipal del PSOE que ha relacionado las que figuraban en el programa electoral, (http://www.elcronometrodepromesas.es/).

Juan Espadas está trabajando y duro en el palomar de la Plaza Nueva forjando lo que puede ser en solo tres años el regreso de los socialistas a la alcaldía. Juan Ignacio Zoido en un año ha conseguido un desgaste inusual en un alcalde para su primer año de gobierno y ya no se puede echar más la culpa a la herencia de Monteseirín. Ya ha pasado medio año 2012 gestionando su propio presupuesto. Y en política es el presupuesto la herramienta que marca tu gestión.

Forma singular de gobernar
El equipo de Zoido son 20 concejales pero se cuentan con los dedos de una mano los que tienen presencia pública. Esta singular forma de gobernar está también creando sus tensiones internas. Para colmo, al alcalde, parlamentario andaluz y presidente de la FEMP le piden que presida el PP andaluz. Demasiados frentes abiertos. Dicen que abandonará la FEMP para presidir a su partido en Andalucía, con lo que Juan Espadas tendrá también en este movimiento político un balón de oxígeno para recuperar la alcaldía, ya que Zoido pasará a ser su adversario y también el de Griñán.
El PSOE de Andalucía ha elegido Almería, por cierto la provincia por la que Arenas se ha presentado más de una vez a diputado regional, para escenificar un nuevo tiempo de la mano de José Antonio Griñán. La marcha de Susana a la que casi seguro sustituirá el onubense Mario Jiménez es el comienzo de toda una nueva era en la organización.

Y en la otra parte del arco político andaluz los populares se enfrentan a un cambio que ningún militante de la derecha mediática ni política podía pensar en la ola de euforia de los primeros meses del año cuando se comentaba en los foros aquello de “…cuando llegue Javier”. Y lo que ha hecho Javier al final ha sido irse y no llegar. Una 'espantá'. No se puede decir que se ha conseguido ganar al PSOE en Andalucía por primera vez en la historia y salir corriendo después. Lo que ocurre quizás es que internamente se sabe que, ni cayendo la que estaba cayendo, era creíble un gobierno popular con Javier Arenas. El de Olvera nunca caló lo suficiente.

El partido de Mariano Rajoy ha elegido Sevilla para refundarse en Andalucía, porque sin Arenas el PP se tiene que plantear una refundación similar a la que se planteó ya en su día, también en Sevilla por cierto, y se convirtió en opción de Gobierno nacional dejando a un lado a Fraga y dando paso a Aznar. Hay cierto paralelismo en ambas citas. En aquella el PP nacional se refundó de la mano de un joven Aznar y ahora el PP andaluz se tendrá que refundar de la mano del alcalde Zoido.

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