La plaza de Juan Vargas vivió en la noche de este domingo y la madrugada del lunes una jornada de contrastes sin lugar a dudas, ya que mientras que por un lado se celebraba la consecución de la Eurocopa por parte de España, por el otro se rendía homenaje a Camarón de La Isla por el vigésimo aniversario de su fallecimiento. La organización decidió posponer el acto, llamado
20 años sin el mito, hasta la finalización del partido de la selección.
Poco a poco y el público fue llegando y los primeros en acercarse por la plaza en la que se enclava la Venta de Vargas pudieron disfrutar del cante Jesús Castilla, de quien poco después tomaría el relevo Paquito de La Isla. Ambos fueron los encargados de calentar la noche hasta la llegada del momento cumbre.
Un momento cumbre que llegó pasadas las doce de la noche, cuando apareció la viuda de Camarón de La Isla, Dolores Montoya
La chispa, para rendir un sentido homenaje al cantaor isleño. Lo primero que hizo fue asistir atónita, como el resto de asistentes, a una proyección de un video de unos tres minutos de duración que se realizó sobre la fachada de un edificio colindante. En ella se vieron fotos de diversas etapas de Camarón.
Posteriormente, y ya sobre el escenario,
La chispa recibió sendos ramos de flores tanto del alcalde, José Loaiza, como del delegado general de Cultura, Francisco Romero, y se dirigió al público con un escueto mensaje de agradecimiento. A renglón seguido se encaminó hacia la estatua que hay de su marido en la plaza y depositó un ramo de flores, que dio lugar a una sonora ovación de los asistentes.
Tras el acto central siguió la noche flamenca con las actuaciones de
Rancapino, que contó con la presencia entre los palmeras de
Chaboli, marido de Niña Pastori, y la guitarra de Luis de Camarón, cerrando el homenaje a Camarón el cantaor
Capullo de Jerez.