El presidente del BBVA, Francisco González, ha afirmado este jueves que "el gran problema" del sistema financiero español está "en las cajas" y ha pedido "diferenciar" entidades e "identificar a las que no son viables", que "tendrán que desaparecer".
Así lo ha dicho durante un almuerzo-coloquio con empresarios organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección, en el que ha afirmado que la crisis ha descubierto comportamientos "erróneos, imprudentes o fraudulentos" en muchas entidades españolas, por lo que ha apostado por asumir "las responsabilidades que correspondan" para evitar reproducir los mismos fallos en el futuro.
En cualquier caso, ha asegurado que "si se hacen las cosas bien", la crisis puede ser una "oportunidad para construir un euro más fuerte". "Europa y España van a salir de esta situación", ha manifestado y ha advertido a "quienes están apostando por la ruptura del euro" que "se equivocan".
Además, ha hecho alusión al rescate bancario y ha indicado: "la noticia del pasado fin de semana sobre la ayuda europea a una serie de entidades, cuyos detalles estamos pendientes de conocer, así como los dos reales decretos de 2012, deberían ser el punto de inflexión para disipar las dudas sobre la salud del sistema financiero español en su conjunto".
Respecto a las declaraciones del comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, sobre la posibilidad de liquidar entidades con problemas, ha afirmado que, en su opinión, no se producirá "ninguna liquidación de alguna entidad significativa".
SISTEMA COLAPSADO.
Aunque considera "evidente" que el sistema financiero español "ha colapsado", González ha indicado que "la buena noticia" es que el país puede dotarse de un sistema "muy eficiente" una vez superada la crisis. Así, ha augurado que "en uno o dos años" habrá en España en torno a diez entidades.
De ellas, ha apuntado, dos serán grandes bancos, otras tres o cuatro serán de tamaño mediano y cuatro o cinco serán pequeñas entidades. "Eso va a ser el sistema financiero español en uno o dos años", ha incidido el banquero, para quien estará "muy capitalizado" y rendirá cuentas cada trimestre o cada semestre.
Además, contará con una gestión que dejará atrás "la pesadilla" de la mala administración de los últimos años, en la que se ha producido "una mezcla de intereses privados y políticos" y que ha hecho "un enorme daño a la reputación del país".
PRINCIPIOS Y ÉTICA.
Tras las "deficiencias importantes de regulación y supervisión" que se han producido en España y que considera necesario corregir, González ha llamado a actuar con "más principios" en el sector financiero.
Así, ha censurado que algunas entidades se hayan gestionado en España "bajo esquemas de gobierno corporativo débiles". "Cuando las empresas se gestionan y supervisan con criterios distintos a los empresariales, cuando no hay rendición de cuentas, más pronto o más tarde hay consecuencias muy negativas", ha avisado.
El presidente del BBVA ha pedido "que se identifiquen y se asuman las responsabilidades que correspondan para evitar repetir en el futuro los errores del pasado". Además, ha reclamado actuar con "ética". "No solo deseable, sino rentable", pues contribuye a reforzar la reputación, sostuvo.
PENALIZACIÓN POR SER ESPAÑOL.
Sobre BBVA, ha afirmado que "le ha costado al Estado cero euros" durante la crisis y ha seguido creciendo en un contexto de recesión, aunque la cotización bursátil está "fuera de valor" y no reconoce su previsión de un beneficio ordinario por encima de 4.000 millones de euros.
"El problema es que somos un banco español y tenemos muchísimos activos en este país", ha dicho. A ello se suman las dudas sobre el euro. "La gente dice: ¿el euro va a seguir, sí o no? Y muchos creen que no", ha expuesto y ha indicado que "si el euro casca" la devaluación que implicaría deja "muy herido" al BBVA. "No nos tumba", ha sostenido.
Las probabilidades de una salida del euro de España son, a su juicio, "cero". "Si el euro no casca, esta acción yo la veo a 15 euros dentro de poco tiempo, como mínimo", ha agregado y ha considerado que en el escenario contrario, puede caer a solo tres euros. "El banco vale probablemente 30.000 millones más de lo que vale y España resta 15.000", ha agregado y ha concluido que "no es racional, pero los mercados son así".
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