“Que no se piense nadie que esto es una provocación”, se adelantaba el concejal de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo, Gregorio Serrano, durante la presentación de la campaña de promoción turística de la capital de cara a la temporada estival que tiene como protagonistas a los polémicos Reyes Magos de las pasadas Navidades. Eso sí, esta vez en pantalón corto y refresco en mano, pero en una de las terrazas más caras de la ciudad.
En esta ocasión sus Majestades de Oriente visten ropas veraniegas pero sin desprenderse de sus coronas, se hacen fotos en los mejores puntos turísticos de la ciudad (incluídas las Setas) y después las miran charlando amistosamente en la terraza del Restaurante Abades. Se han eliminado las referencias a cualquier tópico despectivo que se apreciara en el vídeo navideño, como el de la vagancia, pero su calidad ha bajado bastante, quizás porque la mitad de él se componga de fotos estáticas acompañadas, eso sí, por una música pegadiza.
En la campaña se han invertido 17.500 euros (22.500 fueron en la navideña, de más calidad a pesar de la polémica) e incluye, además de la difusión a través de televisión, radio, prensa y redes sociales, 3.000 folletos sobre la oferta cultural y de ocio de Sevilla y acciones de promoción directa en las playas.
La experiencia de la pasada campaña, que Serrano insistió en que se hizo “con visos de continuidad”, hace ser optimista a los responsables municipales, que estiman que alcanzarán a unos once millones de potenciales destinatarios. Lo cierto es que la polémica ya les vino bien y hasta el propio concejal de Turismo se mostró encantado, tras la repercusión a nivel nacional y las 22.500 visitas que obtuvo el vídeo.
“Ellos estuvieron agustísimo en Sevilla y han decidido quedarse para tomar un refresco en las terrazas de Sevilla este verano”, decía con una sonrisa el concejal de Empleo, explicando que el objetivo es convencer a los turistas de que vale la pena hacer una “escapada” a la capital durante el verano.
“Habrá quien le guste y quien no le guste” esta campaña, “como todas las cosas de la vida”, admitía Serrano, consciente de que los Reyes ‘Vagos’ no dejaron un buen sabor de boca, no sólo en la oposición, sino en más de un ciudadano que no se vió reflejado en esos sillones.