El que fuera Conan de niño se fue convirtiendo con el paso de los años y su bagaje profesional en uno de los rostros más conocidos de la interpretación española. Jorge Sanz (Madrid, 1969) ha participado en más de medio centenar de películas, una decena de series y, aunque se incorporó tardíamente al mundo del teatro, ha encontrado en las tablas un lugar para reinventarse y experimentar la magia del instante, la improvisación y el contacto directo con el público. Mañana llega a Huelva con la última adaptación de ‘Crimen Perfecto’.
¿Qué fue de Jorge Sanz?
–Pues lo mismo de siempre. Sigo trabajando, haciendo las cosas con mimo, con mucho cariño.
Tu salto al teatro es relativamente tardío, ¿cómo un hombre de cine se está sintiendo sobre las tablas?
–Efectivamente, sólo llevo diez años haciendo teatro, pero de alguna manera el teatro me ha devuelto una energía que había perdido un poco en el cine porque el hábito, la relajación y el controlar un guión lo que hace es que te relajes demasiado. Ya te digo,el teatro me ha devuelto un poco esa energía, ese ‘comecome’, esas arañas en el estómago...
¿Y cómo te estás sintiendo con la nueva adaptación de la obra maestra ‘Crimen Perfecto’?
–Muy bien, es muy divertido. Originalmente fue una obra de teatro, que después Alfred Hitchkock adaptó al cine. Hitchkock era muy malvado y quería acercar al espectador a lo que mueve a un asesino. Desde el principio se sabe quien es el asesino, pero lo sabe el público y el asesino, los demás personajes no, con lo cual se produce una especie de complicidad con el espectador, que le hacen pensar, razonar como un asesino.
¿Cómo es tu relación con Huelva?
–He estado en el Festival de Cine Iberoamericano, donde he llevado pelis. Mi relación con Huelva es como la de todos los españoles, magnífica. Es un sitio al que da gusto ir. Es una maravilla. Estoy deseando ir. Estuve hace relativamente poco y estoy deseando volver. Me parece una maravilla.
¿Tienes proyectos para volver a la gran pantalla?
–Estoy haciendo muy poco cine este año, apenas he hecho. Habrá que esperar, tampoco pasa nada.
¿Cómo soporta el mundo de la cultura, en general, y el del teatro en particular el vendaval de la crisis económica?
–Difícilmente. Nosotros dependemos en gran medida de los ayuntamientos, y entonces, pues bueno, hacemos lo que se puede. Cobramos tarde, mal y poco, pero hay que trabajar todo lo que se pueda, y, como siempre, poniendo el máximo de cariño y el máximo de mimo y toda la ilusión en todo lo que se hace.
De todos modos, se dice que el teatro siempre ha estado en crisis...
–Pese a lo que te he dicho antes, creo que ahora menos. Con esto de la crisis, yo creo que la gente, de alguna manera, afina más el tiro a la hora de salir. Sale menos, pero cuando salen afinan más. En ciudades como Madrid y Barcelona, este año creo que ha subido el teatro.
¿Qué llamamiento harías al público de Huelva para que acudiera mañana al Gran Teatro a ver ‘Crimen Perfecto’?
–Pues que se lo van a pasar muy bien, que van a disfrutar y pasarán un rato intrigante e interesante. Es una función que tenemos ya muy trillada, con lo cual creo que lo van a pasar especialmente bien. Nos sale muy bien, muy fluidita. Lo tenemos dominado. Deseo que el público de Huelva disfrute con nuestra interpretación.
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