Vaya por delante, que lo presentado hasta ahora no cumple ni de lejos con lo que se requiere para poder obtener los derechos mineros, ya que no hay un proyecto ni serio ni responsable, con el aval económico suficiente ni unas mínimas garantías medioambientales que echarse a la boca. Así las cosas, Asensio dejó ayer claro primero, que la tramitación de la apertura de la mina comenzó en marzo del 2011 y no antes, como se ha querido hacer creer. Pero, lo más grave es que encima, el proyecto de EMED Tartessus es, según la delegada, de muy poca madurez.
La solvencia técnica del proyecto se está analizando después de que la empresa haya presentado la última información hace un mes, existiendo un elemento “difícil de resolver”: el tratamiento de los residuos ya que el sistema que se planeta es similar al de los años 80 y la administración cree que es “muy mejorable”. Mucho más cuando EMED habla de 125 toneladas más de residuos al año y pretende que se apruebe un recrecimiento de 11 y 35 metros respectivamente para las presas de Aguzadera y Cobre, respectivamente.
Con la ley por delante
La normativa sobre explotación de minas es clara: el procedimiento para la transmisión de derechos mineros exige el cumplimiento de tres requisitos: La acreditación legal del solicitante, la solvencia técnica y económica de la empresa y la presentación de un proyecto de aprovechamiento.
Con respecto a la primera, Asensio precisó que “no hay ninguna información oficial” que lo acredite, y respecto a la ambiental, el delegado de Medio Ambiente, Juan Manuel López, informó que hace un mes que se volvieron a iniciar los trámites para la obtención de la Autorización Ambiental Unificada después de que se haya tenido que cerrar por caducidad en dos ocasiones. López subrayó además la actitud poco transparente de EMED Tartessus, a la que se le ha requerido información necesaria que hay que exponer al público para que se realicen alegaciones, y que ha presentado los papeles directamente tachados con la excusa de la “confidencialidad como secreto comercial e industrial”.
De la misma forma, no se han entregado los documentos que acrediten la viabilidad económica. siguiendo los cauces oficiales y reglamentarios a día de hoy. Además, sigue sin justificarse la previsión de costes para la disponibilidad de los terrenos necesarios para la ejecución del proyecto que aún no son propiedad de Emed.
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