En unas declaraciones que pueden interpretarse como una remodelación del modelo de los astilleros actuales, con todo lo que ello conlleva de cambios sobre la exigencia de la competitividad, Montoro no ha hecho más que repetir con distintas palabras el mensaje de ambigüedad del Gobierno a la espera de que se conozcan los Presupuestos Generales, cuando se supone que las ambigüedades darán paso a las exactitudes.
En el transcurso de un acto con empresarios, el ministro ha manifestado que el proyecto del PP contempla “fijar las prioridades de recuperación económica donde más hace falta”, al considerar que “hay que ser especialmente sensibles donde las cifras de paro son mayores”.
Dice que es en esos territorios donde hay “más necesidad social” y en los que se debe hacer una apuesta "más significativa" en la parte de políticas públicas. Argumenta que España tiene ahora “un problema de crecimiento y un problema interno de desequilibrio de ese crecimiento y del paro” y el Gobierno tiene claro que su programa es “equilibrador de España”, por lo que “hay que mirar especialmente a Andalucía y a Cádiz”.
En este sentido, el Gobierno quiere “reforzar” el tejido industrial de Cádiz y apostar por la empresa pública en Cádiz, por Navantia. Considera que para convertirla en una empresa “competitiva” hay que utilizar los sistemas financieros para promover la construcción naval en España en las mismas condiciones que tienen el resto de los socios de Europa, lo que”estamos negociando”.
No depender sólo de los pedidos nacionales
“Consagrar en España un sistema que haga que nuestros astilleros sean competitivos quiere decir que no se mire sólo a los pedidos nacionales, que estemos en el nivel internacional , que hay mercado internacional importante y ofertas importantes en ese mercado, que es donde tenemos que estar”, ha señalado.
El objetivo del Gobierno es negociar un sistema de financiación competitivo para lograrlo y poder afirmar que “los astilleros de Cádiz tienen futuro”. No obstante, el ministro advierte que los directivos y trabajadores de la empresa tienen responsabilidad en este cometido, que se debe afrontar “en clave positiva” y no entenderlo de una forma negativa, ya que esto “no promueve una buena imagen de una empresa ni de un país”.
Montoro ha expresado su compromiso “personal” para que la provincia de Cádiz “abandone esa maldita clasificación de estar a la cabeza del paro, cuando es una tierra de emprendedores”. Por ello, insiste en que hay que crear las condiciones para que “pueda renacer el espíritu emprendedor e iniciar juntos una nueva etapa de crecimiento económico y creación de empleo cuanto antes”.
Los trabajadores, sin embargo, piden cargas de trabajo y sobre todo, concreción. Por que hasta ahora sólo han visto propuestas escritas en renglones torcidos, expuestos a cualquier interpretación que puede ser buena o mala, peero que puede ser.
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